Estudiantes del Observatorio de Movilidad Sostenible de Diseño Industrial de la U.N. elaboraron una propuesta de almacenador de energía para los nuevos buses del SITP, que entrarán en circulación el próximo mes de noviembre.
Lo más novedoso del moderno diseño es el cambio en la apariencia del ultracapacitador que traen los nuevos buses del Sistema Integrado de Transporte Público, con cubiertas exteriores que revisten el reservorio de energía, el cual provee electricidad al motor de estos vehículos y les cambia su fachada.
Los futuros diseñadores se inspiraron en los cerros orientales, con Monserrate incluido, para ponerle un sello de ciudad a los automotores que la empresa china Higer traerá a la capital del país.
Los elementos escogidos, (cerros orientales), son quizás los referentes más sobresalientes de Bogotá, razón por la cual el diseño está inspirado en ellos, buscando que la nueva apariencia de líneas más limpias y futuristas genere identidad y fortalezca el carácter icónico del TransMilenio.
Con el plan de ascenso tecnológico, TransMilenio busca implementar nuevas tecnologías con bajas o nulas emisiones en sus rutas; por consiguiente, la ciudad espera la reconversión de la flota con buses menos contaminantes, como el híbrido en serie.
Juan Carlos Mendoza Collazos, profesor de la Escuela de Diseño Industrial de la U.N., explica que el proyecto nació con la participación del Observatorio de Movilidad Sostenible, en la feria internacional de transporte masivo organizada en el 2013. Allí, los estudiantes tuvieron un espacio para mostrar los trabajos que se adelantan en el observatorio en términos de movilidad sostenible, especialmente en vehículos de transporte masivo público.
Diseño moderno
Las ideas que surgieron de los estudiantes fueron muy bien acogidas por la empresa oriental y los resultados dieron un giro radical al bus, con una simple intervención. El trabajo aportó un diseño moderno y atractivo, que permitió esconder el ultracapacitador en la parte trasera del techo, pues dicho elemento generaba una apariencia anticuada.
Esta nueva presentación busca que tanto los ciudadanos como los usuarios se sientan identificados con el bus. También pretende rescatar el carácter icónico y el sentido de pertenencia que tuvo Transmilenio años atrás, pero esta vez enfocado hacia el futuro y hacia el ascenso tecnológico de energías eléctricas, eficientes y no contaminantes.
“La experiencia con la empresa Higer materializa uno de los objetivos del observatorio: el trabajo en contextos reales para que los estudiantes tengan un impacto no solo en la academia, en las instituciones públicas y en la empresa privada, sino en la sociedad”, resalta el profesor Mendoza.
Alejandro Otálora, estudiante de Diseño Industrial de la U.N. y uno de los encargados de crear el modelo, explica que el reto fue transformar el vehículo, mediante un diseño propositivo, productivo e interesante para la capital. “Vimos que la principal característica que debía tener era una relación formal con la ciudad”, asegura. También se realizó un gran esfuerzo no solo para evidenciar las características tecnológicas sino para que la propuesta admitiera la divulgación de mensajes. Se trata de un diseño con propaganda visual, conformado por una línea de ledes a lo largo del techo, el cual se ilumina cuando el vehículo frena y así facilita su identificación.
El equipo de diseñadores, que estuvo involucrado en el trabajo de rediseño del vehículo, está conformado por los estudiantes Alejandro Otálora, Julián Gil, Simón Platín, Brian Rolón, Mateo Irreño y Fabián Urueña.
Como premio, los jóvenes diseñadores viajarán en los próximos meses a la República Popular China, para supervisar personalmente las modificaciones hechas a los techos de los buses en la planta de Higer.
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