La Administración Distrital busca un proyecto para la recuperación y revitalización del centro tradicional como espacio cultural y recreativo para las personas que se localizan y laboran en este importante lugar, y uno de sus objetivos es la peatonalización del Eje Ambiental, retirando los servicios troncales que hoy operan para convertirlo en un corredor exclusivo para peatones.

Con base en lo anterior, Transmilenio S.A., ha iniciado un plan para retirar los servicios que circulan por el eje ambiental, manteniendo únicamente en operación por este importante corredor el J23 /F23

En este sentido, a partir de este martes 1 de julio, el servicio J72-B74 hará retorno en la Estación Jiménez (La Mariposa) en hora valle, es decir desde las 9:00 horas y hasta las 15:59 y operará con normalidad por el eje ambiental únicamente en la franja de la hora pico que va desde inicio de la operación hasta las 8:59 y desde 16:00 horas y hasta el cierre de la operación.

El Sistema TransMilenio viene adelantando una serie de acciones para hacer de este un corredor con vocación peatonal, que pueda igualmente convivir con un sistema de transporte público que siga atendiendo las necesidades de movilidad de la ciudadanía.

La idea de que entren al Eje Ambiental buses que no sean articulados impondría trasbordos, lo que alargaría los tiempos de viaje de los usuarios. Aparte de lo anterior, especialistas dicen que si la idea es peatonalizarlo, las personas van a seguir teniendo dificultades para desplazarse ya que seguirán de todas formas circulando buses del sistema.

El actual Eje Ambiental no es lo que vislumbró su creador

La figura central de la arquitectura colombiana, el franco-colombiano Rogelio Salmona se propuso un gran eje peatonal, a lo largo del canal de agua, que ofreciera al peatón un paseo único con vista a los cerros de Monserrate y Guadalupe, pero que, a su vez, les diera importancia al diseño de los pisos, a la arborización, al mobiliario urbano, y se lograran recuperar todos los espacios a su alrededor.

La intervención en la Jiménez debía prolongarse por la avenida Colón (Calle 13), hasta la hermosa estación de la Sabana. Por la improvisación que nos caracteriza, se dividido en dos contratos. La construcción se inició de la carrera décima hacia el oriente, pero se interrumpió en la zona aledaña a la Universidad de Los Andes, dejando desamparada la relación entre el piedemonte, la estación del funicular y la avenida misma. El Eje Ambiental nunca llegó a la antigua estación del ferrocarril o de la Sabana, ni siguió por el piedemonte hasta llegar al Parque Nacional.

Esta fue una excelente oportunidad para que la alcaldía realizara las obras que quedaron pendientes de ejecutar y evitar así el deterioro de ese importante proyecto urbano, hacer realidad ese recorrido de ensueño por el centro de Bogotá y que nuestro Eje no fuese un lugar sucio, olvidado y sin dolientes. Respecto a este tema la alcaldía no ha dicho nada.