Por primer en la historia los capitalinos acudiríamos a las urnas en cinco oportunidades en un mismo año. Son ellas: Para escoger nuevo Congreso de la República, para elegir presidente 2014-2018 en primera y segunda vuelta, el referendo para avalar lo que se acuerde en materia de paz en la Habana Cuba y la elección de un alcalde que terminará el actual mandato para la capital. Estos comicios le constarán a la ciudad cerca de 2 billones de pesos.
Para el analista político Josías Fiesco, los comicios para Alcalde de Bogotá, comparten un mismo denominador, la apatía y abstención ciudadana se convierte en el principal enemigo que deja de inmediato sin piso una salida a la ciudad”.
Según Fiesco a este desinterés ciudadano se suma uno aún más vergonzoso, el de los partidos políticos, “nadie se atreve a presentar un candidato y que este convoque con una propuesta a Bogotá” todos le huyen a asumir este costo político para no afectarse en las elecciones de Congreso en marzo próximo.
“Los liberales con su pregón de un mejor país le dieron la espalda a una mejor Bogotá, pero buscan su mayor votación en las veinte localidades de la ciudad y así sucesivamente podríamos seguir con ejemplos porque la lista no termina”, afirmó Josías Fiesco.
Esas cinco citas con la democracia le costarán al distrito dos billones de pesos, y no representan una salvación, por el contrario es el quiebre para la democracia.
Las malas elecciones le han pasado factura a Bogotá
La Bogotá de hoy, demuestra que la Constitución del 91 no fue una proyección de país sostenible a largo plazo, y la factura inicial, esa inestabilidad política y desorden es la que padece la ciudad pasados veinte años. ¿Quién le explica al mundo que Bogotá podría tener en los próximos dos años cinco alcaldes?, es una rueda suelta, con un plan de desarrollo en el aire, una administración dedicada a la defensa, la ciudad en vilo y unos partidos políticos indiferentes con Bogotá.
Por los lados de la misma izquierda no tiene cara para responder por la confianza que depositaron en ella los bogotanos en estos doce años en los que la decepción capital es latente en la ciudad. El Partido de la U tiene ya varios concejales sancionados e inhabilitados por la corrupción de Bogotá,
Contrario a lo que se podría pensar como la ciudad más democrática por ser sede de las instituciones del poder, las cinco elecciones que se avecinan indican que estamos en el punto quiebre de la democracia colombiana, donde las convicciones desaparecieron y donde solo queda un mensaje entre los bogotanos, nos ahogamos en la democracia” afirmó el líder.
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