El alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa anunció que acatará el auto de la Corte Constitucional que ordena la reapertura de la Plaza de Toros La Santamaría, para que regresen las corridas en la temporada de la capital del país.

Aunque no comparte la decisión, Peñalosa está obligado a abrir las licitaciones para el manejo y la operación de la temporada taurina en el 2017. En agosto del año pasado, la administración de Gustavo Petro ordenó las obras de reforzamiento de la plaza, con una inversión de 6.500 millones de pesos.

La Corte Constitucional no solo reconoció los derechos a la libertad de expresión de los taurinos, también advirtió que los alcaldes o gobernadores no podían suspender estos espectáculos.

Un fallo polémico

La Corte Constitucional había definido que las corridas de toros se deben cumplir en los sitios en donde «sean manifestación de una tradición regular, periódica e ininterrumpida y que por tanto su realización responda a cierta periodicidad”, según la sentencia C-666 de 2010, además de ordenar perentoriamente al Distrito la licencia para este tipo de espectáculos.

El tribunal falló en favor de la Corporación Taurina de Bogotá una acción de tutela presentada contra la decisión de Petro, que dio por terminado el contrato de arrendamiento de la plaza al supuestamente reivindicar los espacios públicos para “actividades de vida y no de muerte”.

La medida de acatamiento es muy controversial ya que un 76% de los bogotanos está en desacuerdo con las violentas corridas de toros en la capital del país. En 2015 un estudio de la Universidad de la Sabana determinó que solo el 19% de los bogotanos estaría de acuerdo con celebrar corridas y novilladas en este tradicional escenario de la ciudad.