Hace 18 años murió uno de los hombres más controvertidos que la historia colombiana recuerde, Pablo Emilio Escobar Gaviria, una de las mentes delincuenciales más tenebrosas e inteligencia mal empleada.
La aparición de la serie del Canal Caracol “Escobar, el patrón del mal”, ha traído consigo una “fiebre”por recordar sus acciones, esas mismas que generaron una etapa de dolor profundo en Colombia, pero también se ha convertido en una excusa para que aparezcan en el mercado toda clase de manifestaciones artísticas, comerciales y periodísticas, que recuerdan al capo de capos.
El Canal Capital de Bogotá emite por estos días una serie de documentales sobre las víctimas del jefe del cartel de Medellín, la manera como marcó sus vidas y los estragos que dejó en sus almas.
El periodista Germán Castro Caicedo acaba de publicar Operación Pablo Escobar, libro que relata ese momento de la historia colombiana, en el que la prioridad para las autoridades era capturar, vivo ó muerto, al supuesto autor de todo mal que aquejaba al país entre las décadas de los 80 y de los 90.
El artista plástico Luciano Denver desempolvó sus obras y las reunió en la exposición “El Mito”, en la que hace su interpretación del rumor de que los Rolling Stones en los 80 estuvieron en la hacienda Nápoles visitando a Pablo Escobar. Obras colgadas en la Galería Cero de Bogotá.
Desconocidos editaron un álbum de laminitas coleccionables que reúne 135 imágenes del seriado televisivo; un álbum que por llenarlo ofrece pírricos premios, atractivos solo para los niños y adolescentes.
Canales internacionales como Natgeo, volvieron a emitir sus documentales sobre la vida del tristemente célebre narcotraficante colombiano. Otros anuncian la repetición de películas en las que las historias mencionan a Escobar.
Teniendo en cuenta que la serie “Escobar, el patrón del mal” ha generado una álgida controversia entre quienes cree que es una apología al delito, porque muestra a un Pablo Escobar generoso y muy inteligente, y quienes consideran que no es más que una radiografía cargada de ficción, mostrando a un hombre que utilizó su enorme talento y sagacidad para enriquecerse lo más rápido posible, recurriendo a los actos inmorales e impropios, que en esa época para muchos no eran ilegales.
En este contexto el Canal Caracol, para salirle al paso a quienes consideran que su realización dramática y de ficción es una apología al delito, produjo una serie de informes especiales en los que hace memoria a lo que los colombianos vivimos en esos años de desasosiego, cuando daba miedo salir a las calles bogotanas ó el pánico que provocaba algo tan común como el estallido de una llanta ó la caída de un objeto pesado.
Por: Carlos Castro – @CcastroNoticias (Periodismo Sin Afán)
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