«Fue imposible sacar tu recuerdo de mi mente, fue imposible olvidar que algún día yo te quise; tanto tiempo pasó desde el día que te fuiste, allí supe que las despedidas son muy tristes…» con esta «Hoja en Blanco» de Omar Geles y Esmeralda Orózco da inicio «Rabia» la película producida entre Colombia, México, Ecuador y España y que llegará a las salas de cine del país el próximo 5 de noviembre.
«Rabia» que es protagonizada por Martina García y el mexicano Gustavo Sánchez Parra, narra la historia de una pareja de novios, inmigrantes latinos, que se encuentran en España y son sometidos a vejámenes y humillaciones por el hecho de no ser españoles. Un thriller apasionante que nos deja pegados a la silla y nos atrapa en su historia de comienzo a fin.
«Él siempre estuvo cerca, ella no lo sabía» enmarca la trama de la historia. José María un personaje que vive en una casa muy grande sin que nadie sepa que él está ahí. Al ser casi un fantasma, José María se convierte en un voyeur y un testigo de lo que sucede dentro de esa casa y las humillaciones, y hasta violación, a la que es sometida Rosa.
En la cinta rodada al norte de España en una inmensa casa, con espacios más que convencionales, se narra conversaciones que se escuchan a medias; personajes vistos desde la perspectiva de José María, a través de una puerta donde sólo se ven medios cuerpos; momentos dramáticos interrumpidos por el peligro de ser descubierto y la claustrofobia.
Son dos mundos que existen en paralelo. Por un lado están José María y Rosa, su historia de amor y el encierro. Por otro lado está el mundo de la familia Torres con sus problemas. La casa se vuelve casi un personaje de la película: esta mansión venida a menos, algún día albergó a una familia que vivía en armonía, y los rezagos de esa felicidad que ya no existe están presentes por todos lados. De hecho, la mayoría de estos “recuerdos” han sido refundidos en el desván donde ahora vive José María, y alimentan su fantasía de un día tener una familia feliz también.
Afuera, el mundo es agresivo y duro, y eso se reflejaría con cámara al hombro tipo “cinema verité”. La construcción, las caminatas por las calles, y las peleas tienen un estilo visual muy crudo, muy visceral. Pero una vez que se entra dentro de la casa y empieza el encierro, la cámara se vuelve móvil y muy fluida, paseándose por los corredores, las salas y los cuartos de la casa.
Cuando José María llama por teléfono a Rosa por primera vez, un plano secuencia arranca con él marcando, y sin cortar nos alejamos, recorriendo la casa entera mientras escuchamos las respuestas de los diferentes números equivocados, hasta que empieza a sonar por fin el teléfono de la cocina, al cual nos acercamos vertiginosamente cuando contesta Rosa: los dos están muy lejos y muy cerca a la vez.
A pesar del encierro, José María crece internamente como personaje, y de ángel vengador poco a poco pasa a ser un ángel protector.
«Fue un trabajo de 6 semanas en las que grabamos duro. El rodaje lo hicimos del final al inicio ya que Gustavo tenía que bajar de peso y para ese proceso se tomó cuatro meses, es más fácil subir que bajar, pero él es un tremendo actor y sacamos un proyecto muy bonito adelante» comentó su director, el ecuatoriano Sebastián Cordero.
En cuanto a Martina García, Cordero dijo que la conoció en el estreno de Satanás y que le encantó su trabajo que de inmediato le ofreció este papel protagónico. Sin duda es una película que dará mucho de que hablar, por algo ya ha recibido varios reconocimientos internacionales entres los que se destacan la mención especial a mejor película en Tokio; Biznaga de oro a la mejor película en el Festival de Málaga, España y mejor director en el Festival de Cine de Guadalajara, México, entre muchos más.
Buenas noches, me gusto mucho su trabajo. Soy periodista en formación y he realizado con dos compañeras una investigación acerca del Hospital de Kennedy y quisiera saber, cuales son las posibilidades de que nuestra artículo investigativo sea publicado en este espacio informativo.
Agradezco su atención y espero pronta respuesta.