Hace muy poco un profesor envió una carta en donde renunciaba de su cátedra universitaria argumentando que sus alumnos no fueron capaces de redactar un comentario a un hecho o personaje. De inmediato hubo una serie de reacciones a favor y en contra. Los que estuvieron en contra de la misiva, fueron decenas de maestros que consideraron que el autor de la misma no era realmente un “ma-es-tro”, sino un profesor más que muy seguramente se preocupaba más por otros aspectos que por el de ser realmente el amigo de sus alumnos.
Ser maestro no es nada fácil. Pero tampoco imposible. Ser maestro implica muchas cosas: paciencia, tolerancia, sabiduría, calidez, ternura, comprensión. Implica ser un excelente confesor, un asesor y un maravilloso consejero. Pero antes que nada, un maestro-maestro debe ser un amigo sin igual.
Cynthia Zak Preuss sabe lo que es ser maestro pero, al mismo tiempo, sabe que todos podemos ser maestros en nuestras vidas, en nuestras cotidianidad, con nuestros amigos, con nuestros subalternos, con nuestros vecinos…En el libro El maestro eres tú que acaba de publicar B, ella habla de todo lo que puede definir e identificar la vida, la obra y el pensamiento de un maestro o, sencillamente, del maestro.
– ¿Todos en cierta forma somos maestros?
– Todos somos maestros, lo importante es darse la oportunidad de escuchar esa voz, darle un espacio a ese maestro para que salga y se desarrolle. Se muestre y se haga escuchar.
– ¿Cómo podemos definir la palabra “maestro”?
– La palabra “maestro” obviamente se relaciona con alguien que enseña. Pero es mucho más que eso, es alguien capaz de transmitir de manera simple lo que sabe o tiene adentro. Creo rotundamente que el poder del “maestro” reside en la sencillez para compartir las ideas o cualquier tipo de conocimiento.
– ¿Cualquier persona podrá ser “maestro”?
– Desde los iletrados hasta la gente más culta puede ser un maestro. Si uno va por la vida con la idea abierta de escuchar las enseñanzas en todas partes entonces la experiencia completa se transforma en un aprendizaje. Desde la naturaleza, los animales y sobre todo los niños son una muestra de que somos y estamos rodeados de ‘maestros’, comenzando por nosotros mismos.
– ¿Cómo puedo llegar a ser maestro?
– Pienso que si los niños tienen la oportunidad de ser escuchados con respeto se convierten en adultos “maestros”. Puedes convertirte en un maestro si sigues tus ideas, respetas tus intuiciones, confías en que estás en el momento y el lugar adecuado, sin dudarlo ni un momento. Allí te sorprenderás de ver ese maestro expresarse.
– ¿Hay diferencias entre ser maestro de escuela, de educación media y de universidad?
– En el fondo cualquiera que enseña tiene que tener ese amor y un profundo respeto por los alumnos, no importa si enseñas a niños, adolescentes o adultos. Es un diálogo de igual a igual. El maestro tiene que tener el oído entrenado para escuchar entrelineas. Para oír más allá de las palabras. En eso no hay diferencia si enseñas a niveles primarios o universitarios.
– El Che Guevara decía: “La mano tendida, pero sin perder la ternura” ¿Es una característica ser tierno en un maestro?
– La ternura es fundamental. No tiene nada que ver con ser meloso o posesivo con los alumnos. La ternura tiene que ver con la simpleza. Como digo al final de cada una de mis clases: “La luz en mí ve la luz en tí”. Mira a tus alumnos a los ojos y repite eso. Ahí tienes una expresión de ternura sin igual: estamos en lo mismo y somos uno en este camino. Yo te enseño pero tu también me enseñas. Es un proceso mutuo e ininterrumpido.
– ¿Qué no debe ser el maestro?
– Un maestro sarcástico con los alumnos es muy triste. Un maestro que trae sus problemas personales a las clases tampoco es bueno. Es mejor pedir un día libre y no cargar a los alumnos con lo que a uno le aqueja. Un maestro sordo de oídos y corazón tampoco es bueno.
– ¿Cuál es la fortaleza de un buen maestro?
– La mayor fortaleza de un maestro reside en la convicción que todos somos uno. Que los chicos alumnos son sabios y que al final uno como adulto está ahí para coordinarlos y compilar las ideas y propuestas que ellos traen.
– ¿Cómo nace la idea de El maestro eres tú?
– El maestro eres tú surge del trabajo cotidiano con los niños, mamás y bebes, adolescentes y niños con necesidades especiales. Surge de las clases y de la observación de estos alumnos que al final son maestros. Un día me dí cuenta que simplemente soy un eje o una escucha activa de lo que ellos traen. Un maestro abierto puede dejar fluir las ideas de los alumnos sin interrupción y sacar clases únicas y maravillosas que son irrepetibles. Así es como surge este libro como un manual activo y vivencial para sentirse mejor.
– Hay un tipo especial de lectores o todos somos “maestros”?
– Hay lectores y libros para todo. Creo que un chico que solamente lee comics por ejemplo es un gran lector. Pero esto va más allá porque estoy convencida que todos somos escritores. Todos podemos escribir nuestros sentimientos e ideas. Somos maestros en el arte de la lectura y de la escritura. Inclusive un niño que no sabe escribir todavía puede hacer un poema con un dibujo o con una sola palabra.
– ¿Después de este logro editorial ha pensado en otro libro?
– Estoy trabajando en la serie de El Maestro. El próximo libro ya está casi listo y es una invitación a respirar. El maestro eres tú, respiremos juntos. Con la misma idea de compartir con las familias técnicas sencillas para respirar en todo momento, casi jugando vamos haciendo conciencia de que un mínimo cambio en la respiración puede cambiar toda una energía para bien.
Después se sigue la serie con libros para mejorar en la escuela, juegos de música en la vida cotidiana y otros títulos que van a completar la colección. Además estoy desarrollando un manual específico para que los docentes aprendan estas técnicas y las puedan implementar en las aulas.
Por: Jorge Consuegra (Libros y Letras)
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