Luego de una reunión prolongada entre los representantes de tenderos, representantes de Unitiendas de las localidades y gremios, el Secretario Distrital de Gobierno, Guillermo Alfonso Jaramillo, dijo que el alcohol es indudablemente un problema de salud pública y económica para cualquier nación. También dijo que la Administración está dispuesta a buscar soluciones mediante mesas de trabajo que se inician el día lunes 12 de agosto con los tenderos para verificar en que se comprometen.
Confirmó, que tanto en discotecas como bares de la ciudad, la medida no ha sido modificada. Las galleras, billares y canchas de tejo no tienen ningún tipo de restricción, igual que las cigarrerías y supermercados. Quien tiene restricción -dijo el Secretario- es la tienda que vende licor y es a quien se le restringe dos horas: es decir, que deben cerrar sus establecimientos a las 9 pm cuando antes se hacía las 11 de la noche.
“Se ha distorsionado totalmente el Decreto 330. Las tiendas no son ni tabernas, ni cantinas y por tal motivo tiene que haber una modificación sustancial de este tema”, agregó. Argumentó, que la Policía Nacional pidió a la Administración Distrital en forma clara, que le queda muy difícil controlar 40 mil bares o cantinas en Bogotá. “Hoy en Bogotá, la mayoría de muertes es por intolerancia y se desacerba cuando las personas tiene licor en su cabeza”, argumentó.
Comentó que nada se puede hacer sino nos organizamos, para enfrentar una lucha contundente contra la reducción del consumo del alcohol en la ciudad, porque es nocivo, es un psicoactivo”.
Jaramillo explicó estos argumentos, soportado en un informe de la Organización Mundial de la Salud de febrero del 2011, donde se advierte que el alcohol causa la muerte de 2 millones de personas al año, 320 jóvenes entre los 15 y 29 años lo que representa el 9 por ciento de las defunciones en ese grupo etario (personas de la misma edad). Además, confirmó que el consumo de alcohol ocupa el tercer lugar entre los factores de riesgo de la carga mundial de morbilidad y el primer factor de riesgo en el pacífico occidental y las Américas.
El funcionario ratificó un compromiso muy claro con cada uno de los que estuvieron en la mesa, tanto los industriales, gremios, como tenderos de cómo se tiene que lograr reducir sustancialmente el consumo nocivo del alcohol en Bogotá.
Finalizó diciendo que si en lugar de tener 40 mil tiendas lo que tenemos es 40 mil cantinas, se está permitiendo una disponibilidad perfecta a cualquier hora el consumo de alcohol, a la violencia y la intolerancia.
“No podemos tener un país cantinero regado por toda la ciudad y las tiendas convertidas en cantinas, cuando su objeto es solo vender víveres. Menos ser sitios cercanos a las residencias de la comunidad donde el espectáculo se convierte en un problema de seguridad y orden público”, advirtió el Secretario.
Las localidades que se ven afectadas con la medida son Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Bosa, Rafael Uribe Uribe, Suba, Usme y Tunjuelito.
Las autoridades distritales han agregado que la mayoría de la ciudadanía está satisfecha con la medida y que por tal razón se van a mirar todas las posibilidades para atender las inquietudes de las minorías. Destacaron que se han salvado 24 vidas en los tres últimos fines de semana.
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