«En el mundo en que yo vivo siempre hay cuatro esquinas, pero entre esquina y esquina siempre habrá lo mismo…» así inicia la famosa canción «El Preso» de la agrupación salsera colombiana Fruko y sus Tesos. Ahora ha dejado de ser el único título similar en la cultura colombiana.
La periodista Jineth Bedoya no solo ha conocido, como pocos, el tenebroso mundo de las cárceles colombianas, sino que además ha sido víctima de la violencia y la corrupción que campea en ellas. Famosa entre sus colegas y entre los miles de lectores de sus crónicas y libros por ser la periodista que ha sido capaz de llegar hasta donde ningún otro comunicador se ha atrevido.
En el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá presentó algunas de sus mejores y más desgarradoras crónicas sobre las cárceles en su libro «Te hablo desde la prisión», como telón de fondo para hablar por primera vez, sin odios pero sin rodeos ni amagues, luego de diez largos años, sobre el secuestro y la posterior violación de que fue víctima debido a sus investigaciones sobre la rampante delincuencia en los reclusorios del país.
Entre 1997 y el 2001, las cárceles colombianas atravesaron por la peor crisis de su historia. El hacinamiento generó decenas de protestas que dejaron más de 150 muertos, quinientos fugados y por lo menos 35 desaparecidos en esos años. El conflicto armado entre paramilitares y guerrilla se trasladó a las celdas y pasillos y la corrupción contribuyó al debacle del sistema carcelario. En medio de esa situación, se tejieron cientos de historias, historias de la prisión.
En su libro, que la autora califica como el inicio de un duelo aplazado por más de diez años, la periodista presenta la recopilación de sus mejores crónicas desde el 2002 y unas cuantas de reciente factura. Historias de muerte, pero también de vida que profundizan en el drama infinito al que somos ajenos, de personas que no son consideradas como seres humanos, sino como escoria de la sociedad. Hombres y mujeres recluidos en las penitenciarías colombianas, que merecen que sus historias salgan a la luz pública.
La solución al problema carcelario, en un principio fue construir más cárceles, lo cual soluciona cuestiones de logística, sin embargo esta salida resulta insuficiente ante la realidad del país, frente a lo cual Bedoya afirma que existe una falencia grandísima en la educación y ruptura en el núcleo familiar en Colombia y continúa, es la cultura de la violencia, de las comunas de Medellín, del mercado negro de las armas, los amotinamientos y la desgarradora soledad.
Jineth Bedoya Lima lleva trece años ejerciendo su profesión en radio, prensa y televisión. Actualmente es la Subeditora de justicia del diario El Tiempo. Su trabajo le ha merecido varios reconocimientos, entre ellos el Premio Mundial al Coraje Periodístico, otorgado por la International Woman Media Foundation en octubre del 2001, y el Premio Internacional a la Libertad de Prensa, en Toronto, en noviembre del 2000, por su cubrimiento periodístico en las cárceles colombianas.
muchos estamos diciendo lo mismo jineth es una mujer como pocas creo que tiene mas cojones que algunosseñorones de nuestro pais; tener la valentia de denunciar estas atrocidades es sinónimo de compromiso con nuestra patria. siga adelante izando esas banderas que las cosas tendrán que cambiar y la impunidad no seguirá campeando; sería muy vacano poder conocerla personalmente e intercambiar ideas
ingemar melo torres