En octubre de 2013 llegó tímidamente a Bogotá Uber, una aplicación móvil para el servicio de vehículos particulares, que funciona en 100 ciudades de 35 países del mundo. No ofrece servicio en los carros amarillos habituales, sino en automóviles de servicio especial, por lo general de color blanco. Esta aplicación no es ilegal o pirata.
Las aplicaciones móviles para solicitar servicios de transporte público se encuentran en auge. Tappsi ya cuenta con más de 520.000 usuarios registrados y una plantilla de 11.500 taxistas asociados. Ya cumplieron un año y compiten con Easy Taxi, una solución de similares características, que empezó a operar en noviembre del año pasado en Bogotá.
En el caso de Uber, la ‘app’ se puede descargar en la App Store de Apple (para iPhone) y en Google Play (para dispositivos Android). Para utilizar este servicio, el interesado debe registrarse con sus datos básicos e inscribir su tarjeta de crédito. No existe la opción de pagar en efectivo. La idea es que los pasajeros no tengan que llevar dinero para pagar el servicio.
La carrera mínima es de 5.000 pesos. Cada minuto se cobra a 100 pesos y cada kilómetro, a 900 pesos. En promedio, cada servicio cuesta 30 por ciento más que un taxi convencional.
Uber llega a las ciudades más grandes de un país y se espera que expanda sus operaciones a Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena y Bucaramanga el próximo año.
Uber se creó hace tres años en San Francisco, California. Su fundador es Travis Kalanick. Un año después de su aparición en mercado, decidieron expandir sus operaciones a otras ciudades, primero en Norteamérica y después, a otras regiones del orbe.
Taxistas en Bogotá no quieren a Uber
Con la consigna «Fuera Uber de Bogotá», taxistas han bloqueado algunas vías de la capital para expresar su disconformidad con la aplicación de la que Google es uno de los inversores y que llegó al país a finales del año pasado. «En varios países lo han sacado y Colombia no va a ser la excepción», declaró a Efe el presidente de la Asociación de Taxistas de Bogotá, Javier Monroy.
El gremio de taxistas en la capital del país dice que Uber promueve el incumplimiento de la normatividad vigente al ser usada por autos blancos, que por ley están destinados a servicios especiales como transporte estudiantil, de empresas o turismo, y además cobra tarifas más altas, sumado a que no pagan impuestos.
Por su parte, el secretario de Movilidad de Bogotá, Rafael Rodríguez, confirmó que se han puesto en marcha operativos en la ciudad para verificar los vehículos que están usando la aplicación y advirtió que la competencia es «a todas luces ilegal». «Tienen una tarifas que no están aprobadas por la Secretaría de Movilidad, se las inventaron ellos», apuntó el funcionario, aunque admitió que Uber no es una empresa de transporte.
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