Debido a la congestión, sobrecupo y falta de equipos, la Secretaría Distrital Salud vio la necesidad de diseñar un plan de contingencia para solventar el aumento del promedio de estancia en los hospitales y fortalecer la prestación de los servicios en urgencias. Este plan de contingencia contempla tres actividades principales:
1) Dotación de 257 camillas nuevas (222 camillas para adultos y 35 camillas pediátricas) distribuidas en 14 Hospitales de la Red Pública donde se realizarán adecuaciones, reubicación y modificaciones físicas para optimizar los espacios de urgencias y así mejorar la oferta de los servicios de salud.
2) Reposición de 51 camillas en cinco hospitales de la Red, teniendo en cuenta que las camillas actuales presentan un alto grado de deterioro.
3) Dotación de 43 sillas (28 para adultos y 15 pediátricas) en seis hospitales.
4) Entrega de 140 monitores de signos vitales.
Con la ejecución del plan de contingencia se pretende ampliar la oferta del servicio de urgencias en los hospitales de: Kennedy, Sur, Bosa, Tunjuelito, Meissen, Tunal, Rafael Uribe, San Blas, San Cristóbal, La Victoria, Centro Oriente, Santa Clara, Engativá y Suba, con el fin de disminuir las barreras de acceso en la prestación de los servicios y reducir los tiempos de espera de los usuarios.
Los hospitales de la Red Pública Distrital vienen presentando en los últimos años altos índices de congestión y sobrecupo en la prestación de los servicios de urgencias, debido al elevado número de pacientes que demandan estos servicios; durante los últimos seis (6) años se ha evidenciado un aumento promedio anual de 5.85% en el número de pacientes. Esta situación ha obligado a los hospitales a funcionar más allá de su capacidad instalada: 76.65% en 2007, 76.83% en 2008, 87.69% en 2009, 94.35% en 2011, 108.01% en 2012 y 146.9% al 30 de junio de 2013. Las consecuencias no han sido menos que una desproporción en la relación profesionales/pacientes y pacientes/camillas, atención médica en áreas improvisadas y utilización de elementos inmobiliarios no adecuados para la prestación del servicio; por ejemplo uso de sofás, sillas, bancas y colchonetas.
De otra parte, el sobrecupo en urgencias igualmente conduce a tiempos de espera prolongados, traduciéndose esto en la insatisfacción del paciente frente a la atención ofrecida, y en muchos casos en salidas voluntarias, es decir que el paciente abandona el lugar sin recibir valoración médica.
Uno de los principales problemas de salud en Bogotá se traduce en la falta de camillas en los hospitales. A 30 de junio de 2013, la Red Distrital de Salud contaba con 453 camillas, cifra considerada insuficiente teniendo en cuenta la alta demanda del servicio de urgencias.
Es tan delicada la situación que basta tener en cuenta que durante los años 2007 y 2010, el Promedio Día Estancia -PDE- se situó en uno (1), a partir de allí los hospitales han venido en incremento, pasando de un PDE de 1.59 en el 2001 a 1.82 en el 2012.
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