Con el objeto de prevenir las consecuencias auditivas que se producen por los altos niveles de presión sonora cerca del oído, las cuales se originan por el uso inadecuado de los reproductores musicales, ipod, Mp3 entre otros,se realizó el lanzamiento de la campaña en salud auditiva y comunicativa, “Oye, bájale el volumen”.
El evento fue simultáneo en las bibliotecas públicas: El Tunal, El Tintal, Virgilio Barco, biblioteca Nacional y en el Círculo de Suboficiales de las Fuerzas Militares. En estos espacios participaron estudiantes de colegios públicos y privados, como también, estudiantes universitarios de la ciudad.
En la actualidad, los jóvenes del país están utilizando de manera masiva los reproductores musicales desconociendo las medidas de cuidado y buen uso que se deben tener con este tipo de equipos. El abuso de los altos niveles de volumen conlleva a daños irreversibles en la audición, la salud, el aprendizaje y la comunicación, a tal punto que algunas personas tienden a aislarse, se distraen y pierden la capacidad de concentración.
En el campo de la Audiología se ha demostrado que el oído tiene reflejos que lo protegen de ciertos tipos de ruido, no puede tomarse ninguna medida cuando el nivel de ruido se encuentra por encima de los 120 decibeles (dB). Su tiempo de reacción es entre 30 y 40 milésimas de segundo, es una limitación en sí, dado que es muy poco tiempo para protegerse del ruido creado por estos equipos ya que ocupan todo el canal auditivo.
De igual manera, se ha señalado que la fatiga de los oídos puede tener como resultado un desplazamiento temporal del umbral auditivo, limitando la cantidad de sonidos de tono agudo que se puede llegar a oír. El deterioro es, en estos casos, gradual e irreversible, un joven que usa el ipod 4 horas por día, 3 veces por semana desde los 15 años hasta los 30, tiene alrededor de un 30% de probabilidad de perder la audición en algún grado. Lo anterior indica, que una persona por cada tres casos, tendrá dificultades para escuchar a los 30 años.
La incidencia del ruido o el sonido a altos volúmenes es tan significativa que el otorrinolaringólogo de origen Estadounidense, Ken Einhorn, encontró que hasta un 52% de los intérpretes de música clásica y un 30% de los músicos de rock y pop sufren pérdida de audición provocada por la música.
La audióloga del INSOR (Instituto Nacional para Sordos), Nidia Molano, expone que el deterioro auditivo se produce de manera gradual e imperceptible, afecta en una primera instancia la percepción de los sonidos agudos en frecuencias de 4.000 a 6.000 Hertz (Hz).
Otra alarma de la pérdida auditiva, según la audióloga Molano, es la presencia de zumbidos o pitidos (acúfenos o tinnitus), las cuales son causadas por los altos niveles de presión sonora, y explica que: “sí el tono del sonido es más agudo, el daño o lesión es significativo, sí el tono es más puro, más fuerte es el riesgo, sí el sonido es intenso, el daño es más grande.
Si el problema empeora, podría tener una reacción de hipersensibilidad, lo que significa sufrir un aumento de la presión sanguínea, migrañas, fatiga o incluso se podría percibir que algunos sonidos suenan dolorosamente altos, síntoma que suele derivar en tinnitus.“
En estos casos, es necesario que la persona realice exámenes especializados de audiología. De acuerdo con lo anterior el INSOR realizó el lanzamiento de la campaña en salud auditiva y comunicativa, “Oye, bájale el volumen”, con la cual se pretende prevenir las consecuencias auditivas que se producen por los altos niveles de presión sonora cerca del oído, las cuales se originan por el uso inadecuado de los reproductores musicales, ipod, Mp3 entre otros. Asimismo, se buscan proponer pautas para la autorregulación y el cuidado se la salud auditiva y comunicativa personal.
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