Se realizó en La Candelaria un evento cultural y de sensibilización de los recursos naturales. En el marco de la semana ambiental y como actividad inaugural del proyecto de “Corredor Ecoambiental», se llevó a cabo una exposición fotográfica, un ritual de la palabra y el recorrido por el río Vicachá o más conocido como San Francisco, que tuvo como punto de encuentro la plazoleta de la Quinta de Bolívar, en un recorrido hasta el espacio natural conocido como ‘Chorro de Padilla’.
La Alcaldía Local de La Candelaria, en convenio con la Fundación Alma, contribuyen al desarrollo de procesos de educación ambiental para promover la cultura y la sensibilización sobre el río Vicachá, por medio de actividades que comprenden el diseño del sendero ecológico y la realización de recorridos y talleres, con el fin de promover el cuidado del agua como bien común.
“Hemos hecho un gran esfuerzo por desarrollar este proyecto de corredor ecológico, turístico y ambiental, que motive a nuestros visitantes a conocer de cerca y compartir con el Río San Francisco, que se descuelga desde los cerros orientales convirtiendo su agua cristalina en 16 hermosas cascadas, que hoy son dignas de apreciar en toda su dimensión por los ambientalistas y turistas”, dijo el alcalde local de La Candelaria, Edilberto Guerrero Ramos.
“El 20 de octubre del año pasado, durante una de la tercera jornada de limpieza que le hicimos al Río San Francisco, también conocido como Vicachá, anunciamos la creación y puesta en marcha de este maravilloso Corredor Ecoambiental, que gracias al esfuerzo de muchas personas, hoy es una gran realidad de nuestra localidad de La Candelaria”, explicó el mandatario, quien aclaró además que ésta es apenas la primera fase de un proyecto macro que se extenderá por todo el sendero del río y que a mediano plazo podrán disfrutar todos los candelarios, bogotanos y colombianos y extranjeros en general.
Antiguamente conocido como Vicachá, el Río San Francisco atraviesa La Candelaria desde los cerros orientales convertido en agua cristalina desde su nacimiento, pasando luego por 16 hermosas cascadas hasta desembocar en el Río Fucha. Lamentablemente la inconsciencia social hace que en su recorrido, el ser humano contamine sus aguas arrojando desperdicios, ropa usada, elementos de plástico, vidrio, cartón e icopor, entre otros materiales, máxime ahora que ha aumentado su caudal con la llegada del invierno.
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