Historia
La HJCK, emisora por medio de la cual la ciudadanía bogotana ha recibido innumerables contenidos sonoros de tinte cultural, surgió en el año 1950, cuando Álvaro Castaño Castillo, con el apoyo de su esposa, Gloria Valencia, y otros personajes, crearon la sociedad Radio Bogotá Ltda., con el objetivo de adquirir la estación Radio Granadina, que, a pesar de sus precarias condiciones, fue el paso inicial del importante medio de comunicación en que logró convertirse la emisora del histórico lema “El mundo en Bogotá”, estación cuyo propósito, vigente aún hoy, escapa a los comunes intereses comerciales que buscan la mayoría de las radiodifusoras.
La emisora evolucionó, creció, incluso se trasteó varias veces e incrementó su capacidad transmisora. Por sus micrófonos pasaron cientos de voces de connotados personajes de la escena nacional, también internacional, y se emitieron innumerables sinfonías, cuartetos, suites y otras interpretaciones musicales de distintas denominaciones técnicas, además de la información de corte cultural que no deja de ofrecer en sus magazines y particulares noticieros.
Ahora la HJCK, cuando se prepara para celebrar su sexagésimo primer aniversario, no se encuentra en el dial, sin embargo sigue emitiendo de manera exclusiva vía Internet.
Para recorrer cabalmente tan prolija y rica existencia, la exhibición ‘HJCK, El mundo en Bogotá’ tendrá valiosos recursos expositivos, como una serie de imágenes que evidencia el paso de los años y la presencia de distintos personajes en las cabinas de grabación de la emisora, textos ricos en datos y detalles informativos, registros sonoros de distintas épocas, con las inconfundibles voces de muchos de los protagonistas del ámbito cultural doméstico y vecinal, e incluso videos. Insumos que en compendio construyen un homenaje, no sólo a la evolución de la emisora, sino a su rol como testigo de la cronología bogotana, nacional y mundial.
Por lo tanto, la Alcaldía Mayor de Bogotá está invitando a la ciudadanía de la capital a esta exposición, para admirar la vida de una emisora que no se ha limitado a difundir músicas harto comerciales, ni promociones de productos y servicios de uso masivo, sino que ha vulnerado los esquemas ordinarios para difundir contenidos culturales de calidad, melodías excepcionales y difíciles de hallar en otras opciones del dial, labor que ha desarrollado durante seis décadas y que la convierte en faro de enseñanza y en espacio de disfrute para los oyentes, dándole así el derecho de ser constituyente del patrimonio cultural de Bogotá.
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