Con la siembra de diferentes especies de árboles, el Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro, dio inicio a la revitalización de la Reserva Forestal del Norte, Thomas Van Der Hammen, que permite la conectividad entre los cerros orientales, los humedales y el Río Bogotá, y que tiene un gran valor para el mantenimiento de los ecosistemas regionales, pues está compuesta por cerca de 1.500 hectáreas.
El Alcalde aseguró que esos terrenos fueron entregados al Jardín Botánico de Bogotá, JBB, con ánimo de hacer una exploración científica, un inventario de especies y su situación, porque “ese núcleo que se llama Bosque La Merced, es el que nos va a permitir, a partir de su estudio sembrar, reconstruir, restaurar, en 1.500 hectáreas, lo que se llama hoy la Reserva Forestal del Norte, Thomas Van Der Hammen, con bosque nativo restaurado”.
El propósito es que con la siembra de individuos, que en total serían unos 13.000 en 12 hectáreas, se inicie la restauración de esa área, se forme el bosque natural y se establezca una conectividad ecológica entre la reserva y el humedal La Conejera.
El primer paso
El 19 de julio de 2011 se oficializó la declaratoria de Reserva Forestal Regional Productora del Norte de Bogotá, 1.500 hectáreas de conservación de especies, fuentes hídricas y conectividad ecosistémica.
Tras el acuerdo firmado por el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), con el que se aprobó la Reserva Forestal, ubicada en las localidades de Suba y Usaquén del Distrito Capital, el entonces director del Instituto de Estudios Urbanos (IEU) de la Universidad Nacional, Gerardo Ardila, líder de los estudios que permitieron la declaratoria, aseguró que la decisión, a pesar de su retraso, es positiva no solo para la ciudad sino para la región.
¿Quién fue Thomas Van Der Hammen?
Fue un geólogo, botánico, micólogo, y arqueólogo holandés que murió en Chía (Cundinamarca) el 12 de marzo de 2010. Realizó contribuciones al desarrollo de las ciencias naturales, geociencias, botánica, arqueología. Más de 400 publicaciones en revistas especializadas dan cuenta de su infatigable labor intelectual.
Centenares de estudiantes en todo el país se formaron bajo su tutela, entre ellos más de 20 doctores en ecología. Gran parte de su trabajo se concentró en el estudio de los Andes y las zonas de páramo. En una pequeña capilla construida en su finca, familiares y amigos se reunieron para despedirlo.
En lagunas andinas, estuarios costeros y aljibes paramunos, Van Der Hammen fijó sus ojos, sus manos y su saber. De sus investigaciones en humedales de páramos, se dio cuenta de que el recalentamiento global ha afectado enormemente estos ecosistemas
Era muy persistente. Quizá su mayor ‘aventura’, fue convertir un terreno de su finca en bosque altoandino. Ayudado por su familia, durante 17 años plantó decenas de árboles de 90 especies diferentes. Éste le dio la paz para recobrar una salud quebrantada en sus últimos meses de vida.
Justo allí, sobre el sendero, su hija María Clara advirtió que siempre luchó para conservarlo; al igual que la casa, que en realidad fue un centro de pensamiento ambiental. En ese lugar había una permanente procesión de ministros, directivos, investigadores, estudiantes y grupos juveniles, en busca de consejo, análisis y debate.
Después de un proceso reflexivo encontró a San Francisco de Asís y se consagró a él. Erigió en su honor una ermita, cerca de la casa. Allí le efectuaron sus honras fúnebres y se comenzó a escribir y a vivir su leyenda.
Muchas gracias por informarnos… Cómo hago para ayudar, qué hay qué firmar y cómo…
Espero sus comunicaciones…
Estamos acabando,con el planeta… A todo lo verdecito le ponen cemento…y el crecimiento vertical está imparable…
Ayuda… Por favor…cómo ayudo yo?