Una mujer en estado embarazo y seis personas más fueron encontradas en una casa del barrio Fátima cuando la Alcaldía Local de Tunjuelito adelantaba la desmantelación de este sitio, considerado como encuentro de habitantes de la calle para el consumo de estupefacientes.
El estado en que estaba la casa daba cuenta de los problemas de salubridad, tanto para sus habitantes como para los residentes del barrio, pues se encontró gran cantidad de basura acumulada y colchones en estado de descomposición.
“Este ha sido uno de los puntos críticos en la Localidad y hoy hemos querido adelantar esta acción interinstitucional con el objetivo de restablecer los derechos, tanto de este grupo de habitantes de la calle como de los ciudadanos de Fátima”, expresó la Alcaldesa local de Tunjuelito, Sandra Milena Rodríguez Amarillo, quien coordinó la tarea de persuadir a las personas encontradas para que voluntariamente desalojaran la vivienda.
Policía Nacional, Secretaría de Integración Social, Aseo Capital, Hospital de Tunjuelito y Personería Local apoyaron la intervención de la Alcaldía pues inmediatamente las personas abandonaron la casa, se les brindó asistencia médica y sicológica y se procedió a retirar la basura y los escombros del interior de la vivienda.
Posterior a estas diligencias, la Policía procedió a sellar la casa por un riesgo inminente de salubridad y para garantizar la seguridad del sector y la reincidencia de las personas encontradas, quienes serán vinculadas a los programas de la Secretaría de Integración Social.
Luego del sellamiento, la Alcaldía Local planea convertir la casa en un centro educativo. “Adelantaremos los trámites respectivos ante la Dirección Nacional de Estupefacientes para que en esta casa funcione un jardín infantil”, afirmó la Alcaldesa de Tunjuelito.
Al término de la acción, los residentes del barrio expresaron su tranquilidad por el sellamiento de la casa. “Los olores en esta cuadra eran insoportables y transitar por esta zona era todo un peligro, pues quienes residían en la vivienda permanecían bajo los efectos de las drogas”, manifestó Ana María Ibarra quien desde que llegó al barrio, hace cuatro años, vivía en continua zozobra a causa de la ‘casa del miedo’, como era conocida esta residencia.
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