Para las celebraciones de Semana Santa, varias especies de la flora y la fauna colombiana se ven amenazadas y afectadas por la mano del hombre. Este es el caso de las palmas de cera y vino, principal materia prima para la elaboración de los tradicionales ramos amarillos del Domingo de Ramos.

Para desestimular el uso de estas palmas, desde hace más de 12 años la Secretaría de Ambiente hace un llamado para que los ciudadanos utilicen otras alternativas, como las plantas vivas o los ramos ecológicos en amero (cáscara de mazorca).

Este año, con la campaña “Porque la vida es sagrada, reconcíliate con la naturaleza”, la SDA repartirá 30.000 hojas de palma robelina y 1.000 ramos en amero en varias parroquias de la ciudad, para que así los feligreses continúen con la tradición religiosa sin poner en peligro los recursos naturales.

El lanzamiento de esta campaña se celebrará el domingo 17 de marzo en el templete del Parque Simón Bolívar, en donde se celebrará una misa desde las 11 de la mañana en la cual la Secretaría de Ambiente repartirá 500 hojas de palma robelina y 100 ramos ecológicos en amero. Por su parte, la empresa Jardineros Ltda., donará 100 plantas vivas de palma areca.

La misa estará presidida por monseñor Carlos López, quien enviará su mensaje de conservación de los recursos naturales.

Durante estos días, la SDA y las autoridades policivas realizarán operativos de decomiso de los ramos elaborados con palmas de cera y vino en los principales puntos de comercialización y principales vías de acceso a la ciudad.

“Aquellos que comercialicen ramos elaboraros con hojas de estas palmas podrían ser castigados con cárcel entre 3 y 7 años, al igual que multas de hasta 5 mil salarios mínimos mensuales legales vigentes”, apuntó Susana Muhamad, Secretaria Distrital de Ambiente.

El año pasado, las autoridades decomisaron 80 bultos de palma de vino, cifra que en 2011 fue de 333 bultos.

“Esperamos que los ciudadanos sigan con sus tradiciones religiosas, pero sin poner en peligro las especies de nuestra flora y fauna silvestre. Aunque en los 12 años de esta campaña el uso de los ramos tradicionales ha disminuido, aún existen personas que se aferran a la tradición”, puntualizó Muhamad.

Desde 1985, la tala de palma de cera está prohibida, cuando fue declarada árbol nacional y símbolo patrio. Allí habitan otras especies como el loro orejiamarillo. Por su parte, desde 2009, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca decidió no otorgar permisos de aprovechamiento de la palma de vino.