El barrio Restrepo, ubicado al sur de Bogotá, es reconocido nacionalmente por ser un gran productor de calzado de buena calidad. Sin embargo, esta industria se ve amenazada por la poca inversión en tecnología, la deficiente preparación académica de los nuevos empresarios, la falta de innovación y la llegada de zapatos de China a precios muy bajos.
Estas conclusiones las logró la investigadora Mayda Alejandra Calderón Díaz, en su tesis de Maestría en Administración de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.). Ella ahondó en la problemática de este sector y encontró que el Gobierno Nacional no ha podido encausar sus políticas públicas de competitividad para sacar avante este tipo de gremios clave de la economía.
Calderón Díaz realizó entrevistas a empleados y dueños de 25 fábricas de la reconocida zona de la capital, revisó las políticas públicas impulsadas por los Gobiernos entre 2006 y 2014 para apoyar a las microempresas y estudió la bibliografía respectiva para analizar, desde la teoría, los factores que determinan la competitividad.
“Durante los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos Calderón las políticas de competitividad se han considerado de Estado, con la ayuda de los Conpes; sin embargo, carecen de estabilidad y continuidad, pues son sustituidas por otras normativas cada vez que se cambia de presidente. Esto genera ineficacia y pérdida de rigor, validez y credibilidad”, sustenta.
Durante la investigación cualitativa de campo en el barrio Restrepo y a través de entrevistas, notas de campo, bitácoras y fotografías, la investigadora encontró que en las fábricas de calzado hay un capital humano artesanal carente de capacitación formal, que aprendió su labor empíricamente y cuyo objetivo final es heredar esto a sus descendientes.
La carencia de tecnología es otro de los problemas que tiene el capital humano de las pymes del calzado. De acuerdo con las entrevistas realizadas, la mayoría argumenta que la tecnología, en todas sus expresiones, llegó tarde a sus vidas y, según ellos, ya nada se puede hacer y tampoco desean aprender a usarla. No se concientizan de los beneficios de implementar innovación y tecnología en la producción y comercialización.
En el barrio Restrepo la industria del calzado contrata por prestación de servicios
Esto significa que no se le paga prestaciones sociales, como salud, pensión, caja de compensación, cesantías y vacaciones ni tampoco existe seguridad industrial. Por tanto, el sitio de trabajo tiende a ser inseguro. Esto ocasiona, por supuesto, que este capital humano se desmotive y no sienta el deseo de trabajar y esforzarse”, explica Calderón.
Finalmente, Mayda Alejandra Calderón entregó seis recomendaciones para reactivar el sector del calzado
· Fortalecer la capacitación del capital humano futuro y presente de las pymes.
· Promover la innovación, los diseños propios y la eliminación de la piratería.
· Mejorar las condiciones laborales del personal trabajador mediante intervención del Estado.
· Seguimiento de las actividades de capacitación ofrecidas, por parte del Gobierno.
· Reducir impuestos para el capital humano de las pymes, por estudiar en cualquier área del conocimiento.
· Ofrecer cursos sobre informática, economía, contabilidad, administración, comercio exterior, ciencia, tecnología, guarnición, soldadura, corte, manejo de cueros, diseño, pintura etc.
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