El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, manifestó su apoyo a una propuesta del senador liberal Juan Manuel Galán de aprobar la utilización de la marihuana con fines medicinales. Al intervenir en un foro sobre la política de drogas en el país, Santos dijo al senador: “vemos con buenos ojos su iniciativa sobre la utilización medicinal y terapéutica de la marihuana”.

Según el presidente, esta se entiende como “una medida práctica, compasiva para reducir el dolor y la ansiedad de los pacientes con enfermedades terminales”.

El presidente destacó también que la iniciativa de Galán “es una forma de comenzar a sacar de las manos de los criminales el ser los intermediarios entre el paciente y una sustancia que les va a permitir aliviar su sufrimiento”.

En las ultimas horas el senador Hernán Andrade vocero del partido conservador en el Congreso, afirmó que “sería desproporcionado e injusto negar la posibilidad de acceder a la marihuana para efectos medicinales”, en claro y sorpresivo respaldo a la iniciativa.

Usos terapeúticos de la marihuana

En los últimos años, los científicos han puesto mayor atención en el estudio de la utilización de la marihuana (vaporizada, fumada, en pomada, en aerosol o como parte de fármacos) y su contribución en mejorar la calidad de vida, sobre todo en personas con padecimientos crónicos como el cáncer, la artritis, glaucoma, síndrome de Tourette, Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), así como en la fibromialgia, asma y epilepsia.

Óscar Galicia, titular del Laboratorio de Neurociencias del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana, asegura que a diferencia del alcohol, los efectos de la marihuana, por lo general, no se asocian con conductas agresivas. Esto hace de la cannabis un posible medicamento seguro.

Entre 2010 y 2012, países como Gran Bretaña, España, Estados Unidos, Dinamarca, Alemania y Suecia, entre otros, aprobaron el uso de un fármaco con el nombre comercial de Sativex, que contiene sustancias activas de la marihuana como el Tetrahidrocannabinol (THC) y cannabidiol.

Aunque los especialistas coinciden en que aún falta mucho por conocer sobre la aplicación clínica de la cannabis, sobre todo porque produce entre 400 y 500 compuestos químicos, entre los que destacan los cannabinoides, piensan que la planta representa uno de los campos de investigación con mayor potencial de expansión, a pesar de sus restricciones por ser considerada ilegal.