«Nos preocupa el aumento constante en las cifras de personas lesionadas por pólvora; no vamos ni siquiera en la primera quincena de diciembre y ya superamos las 300 notificaciones» señaló Marcela Varona Uribe, Directora General (e) del Instituto Nacional de Salud al entregar el consolidado de personas lesionadas por pólvora notificadas por las direcciones territoriales de salud hasta antes de las 9 de la mañana.

Al corte, se habían notificado 307 casos de los cuales 170 son menores de edad. Para la misma fecha de 2011, cuando también se realizó vigilancia intensificada en todo el país, se habían registrado 262 casos, 154 de ellos menores de edad.

Llama la atención que en los 5 departamentos que lamentablemente lideran la lista, haya más casos notificados este año que el pasado, teniendo en cuenta que hay restricciones en casi todo el país para la venta de pólvora y se han preparado campañas de sensibilización.

En temporadas decembrinas, las lesiones por pólvora, relacionadas con la fabricación, almacenamiento, transporte, comercialización, pero sobre todo, con la manipulación y uso inadecuado, aumentan considerablemente, afectando no solo la integridad física y emocional de las personas, sino produciendo importantes pérdidas sociales, económicas y ambientales.

La fuente utilizada para realizar este análisis es la notificación inmediata de casos realizada por las entidades territoriales departamentales y distritales*, es preliminar y puede variar de acuerdo a los ajustes diarios.

Esta información es la recolectada desde el 1 al 13 de diciembre del año 2013 (Corte 9 a.m), en donde se registra un acumulado de 307 casos notificados. Para el mismo periodo en el año 2011 se notificaron 262 casos.

Los departamentos de Antioquia, Valle del Cauca, Caldas, Norte de Santander y Risaralda notificaron el 62.8% (193) del total de los casos, en cuanto a los menores de edad Antioquia, Bogotá, Valle del Cauca, Caldas, Norte de Santander, Quindío y Risaralda notificaron el 72.9% (124) en los menores de edad. Bogotá  presenta un menor quemado. En la capital del país la cifra es alentadora, pero no se puede bajar la guardia.