Colombia recibe el 2015 con un aumento del 4.6% en el salario mínimo equivalente a 28.350 pesos mensuales, lo que significa que un millón 250 mil colombianos recibirá 644.350 pesos.

El ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, presentó los detalles del decreto que fija el incremento luego de que no se lograra un acuerdo entre los representantes de los empresarios y las centrales obreras.

La propuesta de los trabajadores consideraba un aumento de 9,5%, equivalente a $58.520 frente al dato actual, y por su parte, los empresarios proponían un aumento de 4,2%.

Para definir el aumento se tienen en cuenta variables como el Índice de Productividad Laboral. Este es revelado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y se calcula ponderando cuánto crece un producto por sector, comparado con cuánto crece el empleo en cada una de las actividades estudiadas.

Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General de Trabajo, afirmó que las centrales obreras dejan constancia que se mantuvieron en una posición de dialogo y el acuerdo no los deja satisfechos, ya que consideran que es un aumento que no resuelve el problema de la pobreza en el país.

“No se llega al acuerdo y queremos decir que el 4,6% no nos deja satisfecho, porque no consulta a la situación de pobreza de quienes devengan el salario mínimo. Ni el 4,6 % ni el 5,5% ni el 50% resuelve la situación de empobrecimiento de la clase trabajadora”, afirmó Gómez.

Por otro lado, el aumento del subsidio de transporte aumentó en un 2,7%, lo que establece un precio de $1.944, lo que según los sectores “no alcanza para dos pasajes de TransMilenio” y que establece una cifra de $73.240.

Los colombianos con razón afirman que el salario mínimo no alcanza para vivir dignamente. El aumento en transporte, educación, medicinas, arriendos y canasta familiar entre otros, por lo general es superior al incremento salarial, lo que disminuye considerablemente la calidad de vida y afecta la capacidad de compra.