El concejal Roger Carrillo Campo, ha hecho un enérgico llamado al Alcalde Enrique Peñalosa porque considera que se ha desentendido de la cultura ciudadana. “No he visto ningún pronunciamiento y tampoco nombramiento de un real “doliente” que se empodere y apropie del tema, se ha hecho caso omiso a los pedidos de poner en funcionamiento la Red de Cultura Ciudadana y Democrática, herramienta con la que se cuenta desde septiembre pasado”.
El concejal Carrillo Campo dijo que aspira a que esta administración sea consciente de la necesidad que existe de retomar la cultura ciudadana, que se comprometa con los bogotanos a recordar y reforzar normas de convivencia, fortalecer el ejercicio de los derechos y respeto al derecho del otro, la construcción de ciudadanía y su autorregulación como fundamento de la convivencia y se genere además sentido de pertenencia.
Vale la pena recordar que tan pronto se posesionó como alcalde Mayor, Antanas Mockus Sivickas en 1995, implementó unas estrategias para fomentar el respeto a las normas en la ciudad, y entonces Bogotá logró reconocida por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como la capital latinoamericana con mejor cultura ciudadana.
Mockus trabajó con mimos que con pitos y rosas hicieron que los conductores respetaran los semáforos, con tarjetas amarillas y rojas los bogotanos sancionaban o premiaban a quienes infringían o no las normas de convivencia, entre otras actividades; y la ciudad cambió.
En 2016 la situación es preocupante, parece que los capitalinos hemos abandonado las buenas conductas, por eso el cabildante Carrillo afirma que, “es lamentable la situación que estamos viviendo los bogotanos, todos los días hay noticias desalentadoras, el irrespeto y las actitudes violentas, hacen parte del lenguaje cada vez más exacerbado, que ha adoptado la ciudadanía”. Los bogotanos ven como aumentan las conductas agresivas, el irrespeto al bien público, la alteración del orden, el acoso cotidiano a las mujeres en el transporte público y la violación permanente a las normas de convivencia.
Las últimas administraciones de la ciudad han dejado de lado los trabajos para generar en la comunidad hábitos, costumbres, actitudes y reacciones de cambio frente a la intolerancia en Bogotá. Deberíamos tener presente la célebre frase del propio Mockus, “la cultura ciudadana parte del hecho de que, en muchas ocasiones, la solución de un problema no depende tanto de la creación de nuevas leyes, sino más bien de la admiración y respeto por parte de los ciudadanos de las que ya existen”.
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