Según el Instituto Nacional de Cancerología en asocio con la Agencia Internacional para el Control del Cáncer (IARC), los  nuevos casos por año de cáncer de cabeza y cuello son de 2.559 y aproximadamente el 50 por ciento de los pacientes mueren al año a causa de esta enfermedad.  En Colombia los casos están aumentando cada día con cifras astronómicas. En hombres ocupa el  séptimo lugar  y en las mujeres, el puesto número 12 para los tumores de la cavidad oral y  16 para los de la laringe.

En Europa cada año se registran 140.000 casos de cáncer de cabeza y cuello y más de 65.000 fallecimientos como consecuencia de esta enfermedad.  Alrededor del 40% de los pacientes que sufren esta patología, se encuentran en fase recurrente o metastásica. Este tipo de cáncer es el sexto tumor más frecuente en el mundo.

Anualmente, se diagnostican alrededor de 31.000 estadounidenses con cáncer de cabeza y cuello y cerca de 7.400 mueren por causa de la enfermedad, según investigaciones.  Por lo menos el 85% de las personas que desarrollan este tipo de cáncer son usuarias del tabaco, según el National Cancer Institute (NCI).  El uso del alcohol también es un factor de riesgo importante de la enfermedad y quienes usan tanto tabaco como alcohol, están en mayor riesgo, según el NCI.

¿Qué es este tipo de cáncer?
El término cáncer de cabeza y cuello engloba los tumores derivados de la mucosa que recubre los labios, la cavidad oral, los senos paranasales, nasofaringe,  orofaringe, amígdalas,  lengua, el piso de la boca y la laringe. Los tumores de cabeza y cuello incluyen todos los cánceres de tipo escamocelular (cavidad oral, orofaringe, faringe, hipofaringe y laringe),  excepto los tumores de los ojos, cerebro, tiroides, esófago y oídos.Este cáncer ocupa entre el 3 y 6por ciento de todos los cánceres.

Actualmente se ha incrementado en las mujeres por los altos consumos de cigarrillo.  Quienes están más propensos a sufrirlos son aquellas poblaciones en donde un alto porcentaje de personas consumen cigarrillo y alcohol, los cuales son considerados por la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer como carcinógenos de primer nivel, dado que el humo de cigarrillo se distribuye por todo el tracto aéreo digestivo.

Origen
La mayoría de los cánceres, en especial el cáncer de cabeza y cuello, se presentan porque se conjugan una serie de factores como la predisposición genética, la herencia, el consumo de cigarrillo y alcohol, estados de inmunodeficiencia adquirida y en recientes investigaciones, no se descarta la posibilidad de que la práctica del sexo oral, sea un factor de riesgo. 

Lo primeros síntomas  usualmente se aprecian en lesiones denominadas pre-malignas que se evidencian con placas blancas en la boca, cambio en el tono de la voz, sangrado persistente por la nariz sin causa establecida y sensación de algún tipo de masa en la cavidad oral, la nariz, la faringe o la aparición de ganglios en el cuello. Los problemas pueden comenzar también con una obstrucción de la vía aérea.

Detección
Su detección es muy complicada y requiere de equipos y tratamientos especiales para hacerlo. Esto se consigue a través de un examen clínico en el cual se incluyen estudios imagenológicos (tomografía axial computarizada), una biopsia, entre otras pruebas que el especialista considere necesarias.

El cáncer de cabeza y cuello es uno de los que más afecta la calidad de vida del paciente, pues en la región bucal, puede llegarse a perder la capacidad de deglutir y degustar. En la laringe la persona corre el riesgo de no poder hablar y en la faringe, se presentan protuberancias que afectan la imagen física de la persona.

Nuevo tratamiento en Colombia
El tratamiento de los cánceres de cabeza y cuello en estados tempranos puede ser la cirugía o la radioterapia, pero en estados localmente avanzados, el pilar del tratamiento es la radioterapia, desplazando a la cirugía, sola o combinada con la quimioterapia.
 
Este nuevo tratamiento, es una  terapia llamada anticuerpo monoclonal hecho por el hombre en el laboratorio. Es un anticuerpo que se suministra como medicamento intravenoso, dirigido a un sitio específico de la célula tumoral, que es el receptor de factor de crecimiento epidérmico, bloqueando de este modo a la célula cancerígena, evitando su reproducción y propagación por el cuerpo.

La llamada “Nueva Terapia” es el primer tratamiento de los últimos 30 años que prolonga significativamente la supervivencia global en primera línea de cáncer de cabeza y cuello recurrente o metastásico. La combinación de este tratamiento con quimioterapia estándar, aumenta la media de la supervivencia global de 7,4 a 10,1 meses
 
La prestigiosa revista New England Journal of Medicine (NEJM) acaba de publicar los resultados del análisis del estudio Extreme que confirman que el uso del anticuerpo monoclonal aumenta significativamente la supervivencia global cuando se añade a la quimioterapia estándar para el tratamiento en primera línea de pacientes con cáncer escamoso de cabeza y cuello recurrente o metastásico.  Además, este fármaco, consigue un incremento tanto de la mediana de la supervivencia libre de progresión como de la tasa de respuesta tumoral.  Al respecto, el Doctor Omar Hoyos, oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología de Colombia, asegura que “Estos resultados son de gran relevancia, puesto que representan el primer avance en el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello en los últimos 30 años».

En Estados Unidos y Europa este anticuerpo monoclonal está aprobado para el cáncer de colon y recto avanzado, así como para  los tumores de cabeza y cuello localmente avanzado-metastáticos. En Colombia dichas indicaciones también están aprobadas por el Invima.

El oncólogo Juan Carlos Velásquez,  indica que: “Es importante enfatizar que en este tipo de tumores, los pacientes suelen llegar con el médico en etapas muy avanzadas, por lo que es más complicado el tratamiento».

La radioterapia y la quimioterapia tienen efectos secundarios tales como vómito, mareo, pérdida de peso, disminución del apetito, depresión y baja de tensión. Las cirugías intentan preservar al máximo el órgano implicado, con el propósito de no afectar la calidad de vida del paciente.