25 niños con diferentes discapacidades físicas y cognitivas, entrenan sus mentes y sus cuerpos con la ilusión de viajar al espacio sideral, visitar la luna y los planetas y ver de cerca las estrellas y constelaciones de las que tanto les ha hablado su maestro, el profesor Jaime Cabarcas, un filósofo y apasionado docente de astronomía del colegio Distrital Cundinamarca de Ciudad Bolívar.

El programa se llama “Misión X: Entrena como astronauta” y tiene el respaldo de la Nasa y la Agencia Nacional Europea, y en 2016 participan más de 40 mil estudiantes y maestros de 29 países del globo, que deberán cumplir 26 pruebas (física, mentales y de conocimientos) y el que tenga el mejor puntaje será el ganador. En 2013 el grupo de astronomía ‘Luna Llena I’ del profesor Cabarcas ocupó el tercer puesto en el ámbito mundial.

Para este inquieto maestro la verdadera inclusión educativa es aquella en donde todos participan de todo, por eso se dio a la misión de adaptar las pruebas para que estudiantes con discapacidad también pudieran participar. Este año, postuló a su nuevo grupo ‘Luna Llena II’, conformado por 25 niños. El comité organizador avaló su participación, convirtiéndose así en la primera generación de estudiantes con discapacidad en ‘Misión X’.

Los beneficios de ‘entrenar como astronauta’

El programa ‘Misión X: entrena como astronauta’ promueve el buen estado físico y la nutrición sana entre estudiantes de primaria de todo el planeta a través del ‘Entrenamiento para astronautas’. Son 26 pruebas físicas y académicas, que incluyen escalda en roca marciana, caminata espacial, prueba de reflejos y velocidad de la luz, entrenamiento de fuerza de la tripulación, entre otros y se miden los conocimientos del espacio, el universo y los procedimientos para los viajes interestelares.

Andrea Robayo, docente de apoyo de inclusión de la institución comenta que además de los beneficios físicos, ‘Misión X’ tiene un fuerte componente motivacional y actitudinal. “Es increíble ver como estos chicos se emocionan cuando les toca astronomía. Para ellos es sumamente atractivo la idea de viajar al espacio y ser astronautas. Haciendo las actividades ellos son como cualquier otro estudiante, hasta se les olvida que tienen sillas de ruedas y problemas para desplazarse. Además, les estimula la imaginación y les da una motivación muy grande”.