El 5 de septiembre de 1993 la historia del fútbol colombiano se partió en dos. El 5-0 que le propinó la Selección Colombia de Francisco ‘Pacho’ Maturana a Argentina, se convirtió en leyenda por ser una de las victorias más contadas, recordadas y retratadas por encima del 1-1 con Alemania en el 91, y el 4-4 con Rusia en el 62.
20 años después de este partido llevado a cabo en el estadio Antonio Vespucio Liberti, conocido como el Monumental de Núñez ubicado en Buenos Aires, se siguen conociendo detalles de lo que ocurrió en los 10 meses más agitados que ha tenido el fútbol colombiano en los últimos años. Así lo cuentan las cientos de anécdotas inéditas que el escritor y periodista colombiano, Mauricio Silva, recopiló durante un año y medio, con todo el equipo titular que bañó de gloria al país, en su nuevo libro El 5-0.
Con la misma euforia que los colombianos celebraron este “monumental” triunfo, así, más de un centenar de seguidores del fútbol colombiano se postraron en las afueras del auditorio Jorge Isaacs de Corferias para lograr un cupo y conocer la otra cara de la victoria, que fue revelada por Silva y el periodistas deportivo Hernán Peláez, quien vivió de cerca una de las épocas más doradas del balompié nacional, pero que se opacó por una tempranera eliminación y el asesinato del defensa antioqueño Andrés Escobar.
La idea de escribir sobre el 5-0 nació a partir de la entrevista que sostuvo Silva con el ‘Pibe’ Valderrama quien le salió con cuatro cuentos “que perfectamente eran inéditos, y que además me causaron mucha curiosidad y me di cuenta que había una cantidad de cosas que yo no las tenía claras”.
Para narradores, comentaristas, jugadores y técnicos, fueron varios los momentos en que el equipo nacional se vino a pique, pero el favoritismo de Colombia para alzar el máximo título del fútbol, en el Mundial de Estados Unidos 94, se desplomó cuando Hernán Darío ‘El Bolillo’ Gómez, le dijo a Maturana al oído “¡Pacho nos jodimos, nos van a pedir ser campeones del mundo!”, mientras que Faustinio ‘El Tino’ Asprilla celebraba el 4 tanto.
“Bolillo no ve el quinto gol, y se mete al camerino, me dice que intenta llorar pero que no puede, él me dice que ahí empieza la debacle. El 5-0 marca un momento magnífico de la Selección y de su fútbol; de ahí en adelante son varias las cosas que suceden como los partidos de exhibición y no de preparación, se perdió la seriedad y el compromiso. Apenas Rumania nos hace el primer gol todo viene al piso”, relató Silva, cuando se le preguntó acerca del episodio en que la gloria se convirtió en derrota.
Y es que ni el más optimista de los colombianos ni el más pesimistas de los argentinos pensaron en un marcador tan abultado, y mucho menos en instancias finales. “Después del partido, los argentinos desocuparon el estadio muy rápido y nosotros llegamos al hotel para hacer notas de las reacciones del triunfo, y resulta que no había nadie. Me encontré en el lobby del hotel con los ex jugadores Alberto Perazzo y Oswaldo Sierra y nos pusimos hablar, cuando de pronto baja un mesero, y me pregunta: oiga quién va a pagar la cuenta de la champaña, y yo le dije ¿cuál champaña señor? y entonces me dijo ¡allá en el segundo piso están bebiendo desde que llegaron! a lo que yo respondí que le cobrara a otra personas y así fue. Después baja el mismo mesero y me pide disculpas y me contó que su afán eran que se debían 12 mil dólares que se habían tomado, y que la deuda fue pagada por Pastor Perafan, y siguieron bebiendo”, recuerda Silva.
Y fue así, que entre recuerdos, risas, suspenso y anécdotas que evocaron esa gran lección que aprendió el balompié colombiano, se realizó una de las charlas más emotivas que tuvo la vigésima sexta versión de la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
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