Hasta el 19 de diciembre en el Club de Banqueros de Bogotá, ubicado en la calle 72 #7-64 Penthouse (Edificio Acciones y Valores), se podrá apreciar la muestra plástica del artista colombo-español Manuel Ignacio Serrano Restrepo, la que está cargada de colores, trazos y un trabajo único y envidiable que el artista ha venido cultivando con el paso de los años.

40 obras hacen parte de la muestra que arranco el 30 de octubre y que quiere mostrar que en el camino del arte hay muchos pintores que cada día elaboran sus creaciones sin buscar dentro de su ser la expresión que le manifieste que esa obra es la que debe realizar. Sin embargo, hay otros, que dejan ese ser interior hablar y expresar en el lienzo lo mejor de sí, a ese segundo grupo pertenece Serrano Restrepo.

«Toda obra de arte debe estar compuesta de color, composición y textura. Siempre trato de adoptar alguna imagen del exterior, la llevo mi interior y allí las transformo, con esto consigo liberarla y la plasmo, esa es mi principal musa, ya que exteriormente no existe una como tal, solo que hago una transformación de la realidad que me envuelve a la que considero más importante que la propia e interior, para luego darle salida por medio de los trazos y las texturas», afirma el artista.

Básicamente ese es el trabajo que realiza con cada una de sus obras. También las texturas, si hablamos de ellas, intenta centrarlas, no las desparrama por todo el lienzo, porque son muy atmosféricas. Es por medio de trazos y de texturas que se consigue una buena composición.

«Cuando estoy en el taller, solo frente al lienzo, hay una voz interior que me golpea y me dice: “Manuel Ignacio, ¡estás frente a un serio problema, nadie te puede ayudar, tienes que sacar una obra de calidad, ¿cómo lo consigas?, es tu problema, simple y llanamente hazlo, esa es tu obligación!”, señala y agrega – Esto lo digo porque en múltiples ocasiones se me ha pasado por la cabeza darle una salida facilista a una obra que no he podido terminar, pero ese no es el camino definitivo; para mí muchas veces sería fácil coger y regar encima de un lienzo una serie de materias, pero esa no es la forma y sé que mi pintura es una pintura moderna dentro del contexto actual, pero tiene que tener una composición por medio de la textura y por medio de la línea».

Manuel Ignacio se considera un gran crítico del trabajo artístico que se vive y evidencia cada día en el país. Ya que no está de acuerdo con muchas de las cosas que se están haciendo hoy en día, porque las considera que son salidas facilistas al arte.

Aunque los tonos que utiliza son fuertes y llamativos, el color está compactado en una simetría única y excepcional. En cuanto a los volúmenes, busca lograr por medio de los mismos una composición; escudriñando en su interior y dando una transformación de la imagen del exterior intentando transportarla a un mundo sin fronteras.

“Para mí, es una obligación que la obra de arte hable y se comunique con el espectador; cuando se logra expandir este sentimiento, las palabras en ese momento están de más” afirma el artista.

Sus obras se han expuesto en cotizadas galerías y espacios culturales alrededor del mundo. Entre ellos están las ciudades de Zaragoza (España), cuando tan solo tenía 14 años. Asimismo en Colombia ciudades como Cali y Bogotá han visto el color de sus trazos en exposición. Su carrera se ha hecho en Caracas, Buenos Aires y Miami, donde su nombre y su pintura no son desconocidas para los amantes de la plástica y donde suma más de 18 muestras.

por: Yeiver Rivera Díaz