La Pola, Nariño y El Sabio Caldas llegaron en el Día del Libro al centro de reclusión de mujeres. Llegaron a contar sus hazañas en el marco de la colección Libro al viento y del programa «Salir a Leer» que inauguró la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Secretaría de Cultura y la Fundación Gilberto Alzate Avendaño.

El programa que también llegará a las cárceles La Picota, La Modelo y Distrital, combina la presencia de la colección Libro al viento, con los clubes de lectura que coordina Asolectura, en los centros de reclusión.
 
El evento se realizó a las ayer en las horas de la mañana en la biblioteca del centro de reclusión para mujeres con la participación de las internas que desarrollaron actividades de fomento a la lectura. Allí se instaló un dispensador de Libro al viento y se programarán talleres de fomento a la lectura con los 70 títulos de libro al viento que circulan actualmente.
 
El Centro de reclusión de mujeres tiene mil 350 internas. Allí funcionan 3 clubes de lectura con 30 participantes cada uno. En La Picota y La Modelo también hay 3 clubes y en La Modelo además de estos 3, hay un club de lectura conformado por adultos mayores.
 
Los libros puente de libertad 
Palabras de Luz Mery López Pascagaza, interna del centro de reclusión de mujeres
“Un día hace muchos años mirando fijamente el cielo vi como el resplandor de una gran luz invadía mi cuerpo hasta convertirme en una gran nube que flotaba en el infinito; desde aquel día los sueños fueron posibles y escribí en el libro del alma que la vida es un hechizo mágico y cada página es un cuento de hadas.

Hoy atrapada en este oscuro castillo construido por la sociedad, tejo día a día y noche a noche el manto mágico con los hilos de las letras impresos en novelas, mitos, leyendas, la puerta por la que escapa mi mente. Así, he recorrido las calles polvorientas de Macondo, he regresado al pasado de culturas ancestrales, he caminado de la mano de Neruda por las calles de la poesía, he sentido el fuego del llano en llamas y de nuestras gentes campesinas.

He saboreado la libertad en cada línea, en cada párrafo, de la historia de resistencia de mi pueblo y cuando exhausta recuerdo que esa historia me espera, regreso a mi celda, cierro la puerta que oculto dentro de los libros que acompañan mi cautiverio y doy rienda suelta al sueño más preciado…la libertad”.