En el emotivo discurso que Mario Vargas Llosa leyó en Estocolmo (Suecia) cuando recibió el Premio Nobel de Literatura 2010, el escritor repasó algunos hechos y temas importantes de su vida y su carrera profesional. En la capital sueca rememoró su niñez, su juventud y su paso por una academia militar, y habló también de su pasión por la literatura, su amor por el teatro y por Perú, su tierra natal.
Los asistentes a la XXIV Feria Internacional del Libro de Bogotá podrán ver a qué se refería el autor en ese texto, en una exposición itinerante hecha en su honor por la Pontificia Universidad Católica del Perú.
La exhibición se titula Mario Vargas Llosa, la libertad y la vida, y su curador fue Alonso Cueto, un paisano, amigo y colega del primero. Cueto es autor de El susurro de la mujer ballena, entre otras novelas, y el año pasado dio de qué hablar cuando dijo que había sido testigo del momento en el que un brujo del departamento peruano de Ayacucho le vaticinó con unas hojas de coca a Vargas Llosa que iba “a ganar el Premio Nobel, pero tendrá que esperar algunos años”.
Cueto realizó el guión de la exposición con la ayuda de Sergio Vilela, autor de El cadete Vargas Llosa: La historia oculta tras La ciudad y los perros. En el comité asesor de la misma estuvo también el pintor Fernando de Szyszlo, uno de los pintores abstractos más importantes de Latinoamérica, amigo del Nobel desde hace 52 años. El diseño y el montaje final fueron realizados por Ana Osorio Velit.
La muestra está dividida por temas: Diarios de un joven rebelde; El autor universal; Una vida en movimiento; El refugio de un lector; La literatura es fuego: personajes y escenarios; El político: batallas por la libertad; El periodista: un escritor de su tiempo; La morada de un héroe; La seducción multicolor: la selva; Zavalita conversa con Ambrosio; El teatro: luces, música, escenarios; y por último Académico: una tradición intelectual.
Cada una de estas partes muestra por medio de documentos, publicaciones, manuscritos, cartas, fotografías, videos, instalaciones y objetos personales diferentes facetas de la vida personal y profesional del autor de La ciudad y los perros, La casa verde, La guerra del fin del mundo, Conversación en la Catedral, La fiesta del chivo y El sueño del celta, entre otra obras.
La exposición contará con algunos de los hipopótamos que colecciona el escritor, quien en varias entrevistas ha reconocido la fascinación que siente por estos gigantes africanos. “Tengo un cariño por ese feo y enorme animal, que es uno de los más benignos que haya creado la naturaleza, el del paladar más delicado y con una deliciosa proclividad por el amor”, dice Vargas Llosa, quien se inspiró en estos mamíferos para hacer la obra de teatro Kathy y el hipopótamo.
También se podrá ver una instalación de uno de los cuartos del Colegio Militar Leoncio Prado —escenario de la historia de La ciudad y los perros— y otra del Bar La Catedral, donde se encuentran los protagonistas de Conversaciones en La Catedral.
Un elemento que se incorporó hace poco cierra con broche de oro la exhibición: La carta que le envió la Academia Sueca a Vargas Llosa en la que Peter Englund, el secretario permanente de esta, le comunica al escritor en español que obtuvo el Nobel de Literatura.
Mario Vargas Llosa, la libertad y la vida, deleitará a los lectores, seguidores y admiradores de este escritor, y le dará una oportunidad única de conocerlo de una manera didáctica y lúdica a quienes aún no lo han leído.
Uno puede estar en desacuerdo con sus ideas lo que es valido pero no dejara de reconocer la autenticidad, el compromiso, la creatividad y sobre todo su reflexion sobre la sociedad de mi patria y Latinoametica hecha con pasion y al mismo tiempo una rigurosidad intelectual. Que oportunidad tenemos los latinoamericanos de no tener una sola identidad como dijo el maestro Vargas LLosa sino todas.