Didier Duván Aroca es uno de los 150 niños que hoy ven en el deporte mucho más que una alternativa para invertir su tiempo libre. Desde que integran la escuela de formación deportiva del colegio Marco Fidel Suárez, él y sus amigos se preparan para ser profesionales del deporte.
En su caso personal, este estudiante de 13 años, quiere ser futbolista profesional y por estos días avanza en ese objetivo. Él fue uno de los 16 deportistas escogidos para representar a Colombia en la ‘Barcelona Cup’, organizado por el tricampeón de la temporada y uno de los más poderosos del fútbol mundial: el FC Barcelona. Un torneo juvenil que se realizó entre el 6 y el 11 de julio, en España, a donde viajó para demostrar sus habilidades con el balón, junto a más de 6 mil jóvenes de todo el planeta.
Pero detrás de ese logro, están las manos moldeadoras de Milton Guerrero, el profesor de educación física de este colegio de Tunjuelito, que hace 10 años abrió la escuela con el sueño de gestar un semillero de deportistas en fútbol, voleibol y baloncesto. “Siempre he querido ofrecerle a mis estudiantes elementos para que vean el deporte como una profesión”, explica el ‘profe’ Milton.
Milton, un aguerrido ex futbolista que siempre tuvo el don de enseñar, es ahora el profesor más disciplinado, según sus estudiantes, y de esta forma, ha logrado que su escuela de formación crezca cada vez más.
Reconoce que al comienzo fue difícil por la falta de recursos, pero poco a poco ha logrado demostrar que su proyecto es serio y cuenta con el elemento principal: el talento de sus niños. Desde hace dos años, la escuela deportiva pasó a ser una de las más de las cerca de 3 mil iniciativas ciudadanas de transformación de realidades (Incitar), con las que la educación pública de Bogotá apoya las propuestas que generan un cambio en las comunidades.
De esta forma, el profesor Milton recibe el impulso necesario para hacer de su escuela un proyecto deportivo integral. “Cada vez tenemos mejores recursos. Antes había 6 niños por cada balón, ahora cada niño puede entrenar con su balón”, afirma el entrenador y añade que Incitar le ha dado al proyecto un componente en temas de ciudadanía, mediante el cual, los estudiantes se han concientizado sobre la importancia del deporte en la formación del ser humano.
Por eso, Didier Duván está culminando una etapa de preparación de casi seis meses, de la misma forma en que un deportista profesional se prepara para un torneo. Duván, ha tenido la oportunidad de jugar diversos torneos y foguearse con los mejores equipos juveniles del país, gracias a que la escuela deportiva del colegio tiene un convenio con el Club Deportivo Huracán, uno de los equipos más reconocidos como cantera de futuros futbolistas.
“Estoy becado por el Club Huracán y por eso entre semana entreno con la escuela del colegio y los fines de semana con Huracán”, explica Duván. Es así como este joven deportista ha participado en los torneos que le permitieron ser elegido como volante de uno de los equipos que representó al país en esa copa internacional, liderada por uno de los clubes más poderosos del planeta.
Duván y el resto de pupilos del profesor Milton se toman con mucha seriedad su carrera deportiva. Todos buscan una oportunidad y están mentalizados en ser partícipes de un proyecto que perdure con el tiempo.
No es raro ver a los niños más grandes explicando sobre fundamentación técnica a los niños más pequeños. “Durante los entrenamientos, les reitero a los chicos que todo lo que se aprende aquí se debe reproducir en la casa y en el barrio”, asegura el profesor Milton, quien tiene la convicción de que su proyecto le entrega oportunidades a los jóvenes para que sigan por un camino de crecimiento.
“Hay que arrebatarle nuestros niños a la delincuencia”, es una frase que pregona con ímpetu el profesor Milton. Y él lo hace de la única forma en que aprendió y es enseñándoles que el deporte salva vidas, así como en su momento, el fútbol le dio las mayores alegrías de su vida.
Su trabajo en la Barcelona Cup es conformar el cuerpo técnico que dirige a los futbolistas. Por eso acompañó a su pupilo y espera volver a Colombia no solo con victorias, sino con una experiencia para compartir con sus compañeros. “Espero llegar humilde porque es un viaje que todos merecen, eso sí con mucho que enseñarle a quienes pronto tendrán su oportunidad”, afirma Duván, quien ya empezó a cumplir su sueño de la misma forma en que todo jugador de fútbol lo espera: en el viejo continente.
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