Juan Manuel, Sabine, Daniel, Asdrúbal, William, Diana y Stephanny no se conocían hasta el pasado 15 de septiembre, cuando juntos emprendieron el viaje al eco-campamento en Villa de Leyva del Bayer Encuentro Juvenil Ambiental. Sólo unos días antes habían visto publicados sus nombres en redes sociales y sabían que ellos eran los llamados a representar el liderazgo ambiental de los jóvenes colombianos en la versión 9 de este programa.
No sabemos si sus caminos se hubieran cruzado: quizá la pasión de Asdrúbal por los malabares podría haber coincidido en alguna oportunidad con los conciertos de jazz de Juan Manuel; quizá todos hayan visto a Diana cuando la premiaron como ganadora nacional de porras, o podrían haber sido convocados por Daniel y William desde el semillero de investigación ambiental de la EAN.
Quizá hayan visto los proyectos de sus compañeros publicados en revistas especializadas y destacados por sus respectivas universidades, porque si hay algo común en este grupo de jóvenes es que todos aman la investigación y llevan trabajando de manera continua en la protección ambiental desde hace años.
Cuando comenzaron la segunda fase de la convocatoria en Villa de Leyva, seguramente esperaban enfrentar una fuerte competencia para ganar uno de los dos cupos que llevarán a algunos de ellos a participar en el encuentro mundial de jóvenes en Alemania, organizado por Bayer y el Programa para las Naciones Unidas de Medio Ambiente.
Seguramente fue una sorpresa descubrir que en su competencia tenían la posibilidad de formar redes de aprendizaje, compartir experiencias y encontrar aliados en el sueño de proteger el medio ambiente.
Juan Manuel aborda una de las problemáticas de la minería mediante una solución sostenible y como una oportunidad de negocio. En un país donde esta industria es motor de la economía es preponderante encontrar proyectos en marcha como el suyo, que ya cuentan con prototipos.
Sabine plasma su interés en el reciclaje no solo en su proyecto de biopolímeros, sino también en piezas que elabora como regalos para sus amigos a partir de materiales de deshecho. Ella se visualiza como generadora de una solución medioambiental, en nuestro país donde no existe una cultura adecuada para la disposición de residuos.
Daniel trabajaba como consultor sin haberse graduado, pero renunció a la comodidad económica para dedicarse a la investigación, fue así como viajó a México con la cabeza llena de proyectos de investigación y a su regreso a Colombia fundó el semillero de investigación de la EAN.
Stephanny ya convenció a Avianca de implementar su proyecto y combina su conciencia ambiental con un trabajo de protección de los animales, como voluntaria en fundaciones de adopción de animales.
Asdrúbal estudiaba ingeniería electrónica pero sentía un gran llamado por apoyar a la comunidad, entonces decidió fundar una ONG para emprender proyectos y además utiliza los malabares como herramienta pedagógica para sensibilizar a la comunidad.
Diana visualiza su proyecto, que minimiza el uso de combustibles fósiles en el transporte, como aliado de grandes empresas de petróleos.
William salió de la Fuerza Aérea para dedicarse a un minucioso trabajo de campo en la industria de la panela y busca que su contribución mejore la calidad de vida de los operarios, así como la tecnificación de este sector económico.
Balance 2012
La IX versión del Bayer Encuentro Juvenil Ambiental 2012 cerró sus puertas este año, con estadísticas notables que muestran la participación masiva, de estudiantes de ciudades y regiones diversas de Colombia: más de 50 universidades y proyectos provenientes de Bogotá, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Cali, Duitama, Facatativá, Mocoa y San Vicente de Chucurí. Hay interés por la protección ambiental en todos los rincones del país.
Deje su Comentario