El Premio Norma de Literatura Infantil y Juvenil 2012, dotado con 13.000 dólares, con un jurado compuesto por Leonor Bravo (Ecuador), Jorge Eslava (Perú) y Pilar Londoño (Colombia), y en el que participaron un total de 47 manuscritos provenientes de todo el continente y de España, fue otorgado por unanimidad al manuscrito titulado Ronda de perdedores presentado bajo el seudónimo «Ciro Pergolese» y cuyo autor resultó ser Jorge Luis Saldaña.
Saldaña nació el 10 de enero de 1969 en Buenos Aires, es abogado, egresado de la Universidad del Salvador y está casado desde hace 11 años con Karina M. Volpini, con quien tiene una vida y un hijo en común, Joaquín. Fue redactor de la revista del Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho de dicha casa de estudios durante dos años, y en 1994 recibió una mención especial de la Editorial Baobab por su cuento El Duelo, que fue publicado en una recopilación de jóvenes narradores argentinos.
Los años transcurridos en el ejercicio de la procuración (el seguimiento de expedientes o juicios en los tribunales) para los Estudios Jurídicos en que se desempeñó antes de recibirse, influyeron notablemente en su formación personal.
Además del presente volumen, es autor de otra novela aún no publicada: Solo cuando me río y de varios cuentos que esperan, ociosamente, ser encontrados en los más impensables lugares de su casa para exponerse a la consideración pública. Actualmente trabaja en su tercer novela que lleva el título de Los Argonautas.
La obra
Novela de iniciación, anecdotario con aspiraciones de aventura, Ronda de perdedores es la historia Tintín y el Sapo, dos amigos que han vivido aislados, en la periferia del universo de los jóvenes de su edad. Acuartelados en sus habitaciones, singulares búnkers abarrotados de cómics y libros, viven marcando distancia de la gente y, sobre todo, de sus pares.
Cansados de esa vida de perdedores, deciden hacer una película y en esa gesta serán acompañados por un ejército de personajes entrañables como el abuelo de Tintín y su grupo de amigos jubilados o Ernesto, el dueño de The Kingdoom, la tienda de cómics que frecuentan y les provee cada día la dosis necesaria de fantasía con la que salen a enfrentar el mundo.
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