Por falta de tiempo en el trámite del proyecto en la actual legislatura, la representante a la Cámara, Clara Rojas, retiró el acto legislativo que busca la elección popular de alcaldes locales para Bogotá, el cual será presentado nuevamente a comienzos del próximo año.
La decisión se tomó debido al cúmulo de proyectos que cursan actualmente en la Cámara de Representantes como el de equilibrio de poderes, la reforma tributaria y régimen de regalías entre otros, que impidieron que la iniciativa lograra surtir los cuatro debates reglamentarios antes de finalizar el actual periodo legislativo que termina el próximo 16 de diciembre.
La congresista del partido liberal explicó que debido a que el proyecto no alcanzó a surtir el segundo debate en la plenaria de la Cámara de Representantes, ni la semana pasada ni esta, como estaba previsto en el orden del día, se decidió retirarlo de acuerdo a lo dispuesto reglamento interno del Congreso de la República.
“Volveremos a presentar nuestro proyecto de elección popular de alcaldes locales en marzo del próximo año, al inicio del periodo legislativo, de manera que podamos garantizar el trámite de los 8 debates previstos en la Ley”, explicó.
Medida que genera controversia
Actualmente los alcaldes locales son nombrados por el alcalde Mayor de la ciudad de una terna que presentan los ediles de cada localidad. Los expertos afirman que su elección popular en Bogotá parece ser una idea innovadora, pero pondrá en riesgo la gobernanza y desarrollo de la ciudad.
Uno de los aspectos más discutidos se refiere a que si los alcaldes locales son elegidos popularmente y sus comunidades demandan para sí los recursos que produce cada localidad, como se ha planteado, se estaría propiciando un desarrollo desigual de la ciudad, entonces en el caso de Bogotá se tendrían localidades ricas, con desarrollo sostenible y con buenos recursos, como Chapinero, Suba, Usaquén, Teusaquillo y Puente Aranda, y otras muy pobres y con muchas necesidades, como Usme, Rafael Uribe Uribe, San Cristóbal, Bosa y Ciudad Bolívar, entre otras.
Esta ampliación democrática no permitiría la redistribución racional y equitativa de los recursos desde las localidades que tienen más ingresos, hacia las localidades donde se concentran los más pobres.
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