Las plantas están compuestas de un 90% de agua, el 70% del cuerpo humano corresponde a este líquido, y las tres cuartas partes de la tierra están cubiertas de agua; entonces ¿por qué cada día parece que estuviera más escasa, se dificulta más su conservación y los gobiernos luchan por la prevalencia y subsistencia de las fuentes hídricas?
En este especial periodístico y literario del agua, que hace parte del Convenio 838 del IDPAC y la Fundación Nexos Municipales, hablaremos de algunos ejemplares que han sido publicados evocando y buscando que el agua se conserve, se mantenga pura y limpia y cómo ha sido el desarrollo de la misma en Bogotá a través de la historia. Este trabajo se ha venido realizando y para ellos nos hemos apoyado en las redes de comunicación comunitaria del Distrito y en la gobernanza del agua, la que ha sido uno de los pilares de la red www.redesbogota.com donde se discute y propende que el recurso hídrico se defienda y haya una lucha permanente para mantenerla pura y en su estado natural.
Sabemos que son varios los libros, ensayos y artículos que se escriben a diario sobre las fuentes hídricas de la Capital del país, pero muchos de ellos se quedan en el anonimato y se desconoce el origen que tiene el líquido que llega a nuestros hogares a través de la llave. De esta forma y aprovechando la discusión del Plan de Ordenamiento Terriotrial (POT) que se ha venido dando en cada una de las localidades, llevamos a cabo este trabajo respaldado por el IDPAC y la Fundación Nexos Municipales.
Debido al poco auge de la literatura acuática y con motivo de la pasada Feria Internacional del Libro de Bogotá, nos dimos a la tarea de recopilar estos libros, que nos llevan al fondo del agua de la ciudad, los que hacen un recorrido por las 24 afluentes hídricas que circulan por Bogotá y encontramos varios de ellos en los que la unión de esfuerzos, la investigación y el trabajo de varias empresa, entidades del Estado y personas del común, han llevado a plasmar en el papel historias de agua.
– Calidad del recurso hídrico de Bogotá – Alcaldía Mayor – Universidad de los Andes
Los principales ríos de la ciudad son el Torca, Salitre, Fucha y Tunjuelo, los que atraviesan en toda su extensión varios kilómetros de la ciudad, pero que a su paso van arrastrando basuras y desperdicios que la ciudadanía de manera discriminada arroja a la calle sin pensar que ese mismo papel que acaba de arrojar, al día siguiente puede ocasionar una inundación en su casa.
Este ambiente urbano altamente intervenido, ocasiona que las corrientes hídricas de la ciudad y cada uno de sus afluentes se afecten con las descargas de aguas residuales, lo que ocasiona un efecto adverso en la disponibilidad de este recurso para diferentes usos y que en su totalidad por la contaminación en cada uno de sus tramos, no se pueda utilizar en nada, ya que pondría en riesgo la salud humana por su uso.
Este libro, de tres tomos, elaborado por la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Universidad de los Andes, ha venido recogiendo desde el 2009, la historia del preciado líquido y cada uno de los componentes que va sumando los afluentes de agua en su recorrido por cada uno de los barrios de la ciudad. Plomo, nitrito, bario, cinc, manganeso, níquel, cadmio, cobre y otros elementos así como coliformes, son muchos de los derivados que hacen que el agua que finalmente llega al río Bogotá no esté apta para ningún uso y vuelva este afluente, uno de los más contaminados del mundo.
La investigación realizada año a año, ha arrojado resultados importantes, al dar a conocer cuales son los sectores que más contaminan y las horas donde más concentración química se presenta. Sin duda, un importante ejercicio realizado desde la Secretaría Distrital de Ambiente.
– El Agua en la Historia de Bogotá – Villegas Editores
Este fascinante recorrido acuático publicado por Villegas Editores, y editado por Juan David Giraldo con el apoyo de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogota (EAAB), nos adentra en el origen del agua en la ciudad. El primer tomo recrea la Bogotá desde 1538 a 1937 y cómo se distribuía el líquido y la construcción de cada uno de los embalses que hoy surten a la ciudad.
Este libro, además, representa un empeño valioso y como se desarrolla el inicio y trabajo de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá. En sus páginas se reseña, con impecable rigor, no exento de interés y gracia, la evolución de la empresa desde su incipiente fundación a finales del siglo XIX hasta nuestros días.
Al iniciar este recuento, el libro nos remite a la informada descripción de lo que era en su momento el escenario sagrado del agua dentro de la cultura muisca, el pueblo que habitaba la sabana de Bogotá en las épocas prehispánicas, cuando el respeto por el agua y la reverencia por sus santuarios impregnaba y determinaba la vida y las costumbres del hombre y de la sociedad. El recorrido que el texto nos propone es bien gratificante. A todo lo largo de él, recuperamos la historia, la evolución misma de la ciudad y de sus gentes, de sus costumbres, de su alma colectiva. Una lectura estimulante que logra exacerbar nuestro sentido cívico.
«Bogotá tiene mucho que ver con el agua, ya que la sabana fue en la época prehistórica un gran lago. Según la mitología Muisca, Bochica rompe las piedras y hace el Salto del Tequendama para secar la sabana y poderla cultivar. También los humedales han sido secados para urbanizarlos, sea de manera pirata o de urbanizaciones legales, pero de manera agresivas con el medio ambiente», recuerda el autor Juan David Giraldo.
– Bazar de los Recuerdos – Independiente
Para Teresita Ramírez Gutiérrez, el agua de la ciudad siempre ha significado todo. “Bogotá estaba llena de cojines subterráneos, pilas, ríos, pozos. Hoy en día uno de los símbolos más importantes de Bogotá es El Chorro de Quevedo. En mi libro se resume lo que era Bogotá desde la época indígena, de cómo se cargaba el agua por parte de ellos”, dice la escritora.
* Barriosdebogota.com: ¿Cómo se distribuía el agua en la Colonia y la Conquista?
Teresita Ramírez: En esa época no había acueducto sino pilas, entonces de ahí se sacaba el agua. Pero los indígenas y los de clase baja no podían sacar agua de ahí, la pila era especial ya que solo había dos. El agua era llevada en asnos o al hombro. Luego con la llegada de los españoles se realizaron las zanjas y empezaron las epidemias. Bogotá está llena de ríos subterráneos pero los están acabando con las construcciones.
Lo más terrible es que están acabando con los humedales. En muchas partes siembran pinos para que chupen el agua, pero con el tiempo esa agua va a regresar y por eso se forman las inundaciones en los hogares. Si nosotros logramos rescatar el agua sería genial.
* BdB ¿De todos los ríos que había en Bogotá cuántos hay aún?
T.R. Yo creo que se mantienen todos, lo que pasa es que ya son de muy poco agua, son solo fuentes pequeñas. Yo vi en la inundación de la Universidad de la Sabana, agua brotar del cemento y no era de alcantarillas, sino de los humedales que buscan su cauce natural.
* BdB ¿En qué parte de la ciudad está el agua más pura?
T.R. En la montaña está la mejor agua. Hay una parte de los lavaderos donde nadie sube, ni la policía por lo peligroso, pero ahí está el agua más pura y fría. Pero hay algunas partes donde están acabando con los cojines subterráneos. Por ejemplo en el vecino municipio de Funza acabaron con los cojines subterráneos, todos están desocupados y los floricultores dicen que ‘cuando se seque todo nosotros nos vamos fuera del país’ y eso es muy triste oírlos decir eso.
– Poblamiento y cambio del paisaje en Sumapaz – Instituto Colombiano de Antropología
El Instituto Colombiano de Antropología, ha venido rescatando lo más ancestral de nuestro país y que más ancestral e importante que un recurso que cada día necesitamos y hacemos uso de manera sistemática: El agua. Por eso en su libro Poblamiento y cambio del paisaje en Sumapaz, dedica un capítulo especial al agua de Bogotá y al origen de ella en los páramos.
De esta manera destaca que “el aire puro, la atmósfera cargada de humedad, el frío, los extensos pantanos altos, los veloces vientos, la niebla, el voluptuoso mundo vegetal, pero sobre todo el agua, son partes vitales de la existencia de los páramos”.
Libros recomendados para leer, conocer, profundizar y conocer de primera mano cómo ha sido el proceso del agua y lo que se vive cada día para que en la mañana, al abrir el grifo el agua que tomamos, la que utilizamos para bañarnos y cocinar los alimentos, es una creación única da la naturaleza, que si no la cuidamos, cada día se contamina más y cuando queramos hacer algo, será demasiado tarde.
Convenio 838 IDPAC, Nexos Municipales
Cabe destacar que el objeto del convenio 838 de 2012 es «Aunar esfuerzos técnicos, administrativos y financieros para generar redes distritales y locales de comunicación pública, social, alternativa y comunitaria que promuevan la equidad, la integración económica, espacial y cultural del Distrito Capital y la defensa y fortalecimiento de lo público de conformidad con los lineamientos del Plan de Desarrollo Distrital en alianza estratégica con los medios comunitarios y alternativos, en el marco del proyecto 857 «Comunicación pública para la movilización”.
A través de la red de comunicación www.redesbogota.com, se viene trabajando en la defensa del agua a través de los defensores ambientales y del Comité Distrital por la gobernanza del agua, liderado por Martha Cañón y Juan Camilo Mira.
El río Bogotá empieza su contaminación en el municipio de Villapinzón debido a las curtiembres, pero en su recorrido, las empresas floricultoras empiezan a arrojar residuos y químicos a su canal y cuando entra a la ciudad, las industrias no tienen interés en protegerlo y eso se debe a que no hay una reglamentación al uso de las aguas e imponer multas a todos los agentes contaminadores.
Al respecto, Cañón afirmó que con base en lo que dice el Plan de Desarrollo y el POT, en lo que respecta al Distrito Capital, se resalta la correlación existente del tema dentro del actual plan de desarrollo de la “Bogotá Humana”; este plan brinda la oportunidad para que haya apropiación social de los espacios del agua en donde da cumplimiento a los principios de la democracia participativa.
De esta forma se busca adaptar la ciudad al fenómeno del cambio climático: El programa referido es la apropiación ambiental y gobernanza del agua, donde las metas son: “recuperar ecológicamente áreas estratégicas para el abastecimiento de 12 acueductos veredales con participación comunitaria”, con el fin de “involucrar 2 millones 400 mil habitantes en estrategias de educación e investigación ambiental para la apropiación social de los territorios del agua”.
Fuentes
www.redesbogota.com
Villegas Editores
Instituto Colombiano de Antropología
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