David Gómez acaba de publicar el libro Facebook Toolbox que, sin llegara equivocarnos, ayudará a propios y a extraños a disfrutar como debe ser esta herramienta y a ir mucho más en los servicios que presta. En esencia, este libro busca dar respuesta a la inquietud que tienen muchas personas: “Ya tengo mi página en Facebook… ¿Y ahora qué?”
Hay quienes no tienen la menor idea de qué hacer en Facebook, y otras que aunque están familiarizadas con el tema, desconocen algunos aspectos básicos que les ayudarían a mejorar su presencia. Y esto se debe a que Facebook ha crecido rápidamente, sin que haya podido comunicar todas sus funcionalidades. Demasiado rápido para que muchos empresarios pudieran entender cómo sacarle provecho.
Así como hace algunos años era casi imperativo tener una página web. El siguiente paso son las redes sociales. Estamos atravesando el mismo proceso que vivimos con las páginas de Internet: había que tener una, aunque no tuviéramos muy claro para qué o cómo desarrollarla. Las redes sociales se han convertido en un boom del que nadie quiere quedar fuera; sin embargo, no es muy claro para todos cómo participar sin morir en el intento.
Hasta ahora ha sido una aproximación muy intuitiva. La primera acción que muchos han tomado es lanzarse directamente a crear varios perfiles en las que parecieran ser las redes más comunes: Facebook, Twitter, YouTube y Linkedin.
Con la emoción de cualquier nueva aventura, se crean los perfiles, se suben fotos, se envía un mail a los amigos, se publica en el muro “Estamos estrenando página en Facebook” y pone orgullosamente los logos de sus redes en su página web y en el material impreso, con los habituales “Hazte fan” o “Síguenos”.
Entonces viene un largo silencio. Los números parecen no acompañarnos. Los fans no se incrementan sustancialmente y empieza a decaer el ánimo. Y usted se pregunta: “¿Qué pasa, luego las redes sociales no eran algo en lo que estaba todo el mundo?, ¿Dónde está toda esa gente?”, con lo que puede terminar concluyendo, “de pronto eso no es para mi negocio”.
Acto seguido, la página de Facebook empiezan a acumular polvo y a entrar en el olvido. Incluso no se sorprenda si cuando desea volver a ingresar ya no recuerda las claves.
No se desanime. Ya dio un primer paso muy importante, y no me refiero a la creación de los perfiles o cuentas en cuanta red social le recomendaron; me refiero a la conciencia de entender que debe estar presente. Y especialmente Facebook, dentro de ellas, la más robusta y con mayores opciones para promover su negocio.
Para eso es este libro, para decirle que está en lo correcto, que debe participar de todo este alboroto que se han vuelto las redes sociales, en particular Facebook. Pero hay que hacerlo organizadamente, paso a paso y con una estrategia clara. Usando herramientas que hagan el proceso lo más sencillo y divertido posible; porque en realidad es divertido.
Existe el mito que la administración de una página de Facebook consume demasiado tiempo y que por lo tanto es imposible hacerlo regularmente; y que se necesitan personas hábiles tecnológicamente– ojalá jóvenes veinteañeros–, que entiendan del tema, “porque eso es de muchachos”. Incluso algunas empresas llegan a sentirse un poco irresponsables por el sólo hecho de estar en Facebook: Les parece que su marca, sus clientes y su compañía son demasiado serios para estar allí.
En aras de desmitificar un poco estas creencias, si bien administrar su página requiere algo de tiempo, no es tanto como se cree. Al comienzo es más demandante mientras crea toda la estructura y contenido que va a poner a disposición de su comunidad; luego atrae miembros para robustecer las discusiones; y paulatinamente mantiene interacción con sus fans; y para esto, con publicar dos o tres veces a la semana estará en buena forma.
Creemos que los fans nos van a bombardear la página con cientos de comentarios diarios que no vamos a poder responder, –y ojalá fuera así–, pero para la gran mayoría de las empresas, realmente es un nivel de actividad mucho menor, que va creciendo paulatinamente.
Lo importante es tener una metodología y usar una gran cantidad de herramientas, las cuales harán su vida mucho más fácil y verá cómo incluso administrar varias páginas al mismo tiempo es realmente sencillo.
Y respecto a que Facebook “es de jóvenes”, déjeme decirle que sí. Es de jóvenes de corazón. No tiene nada qué ver con la edad o con las aptitudes para Internet. Como decía mi padre, la edad es un estado mental. Es simplemente querer. Así que si tiene la disposición y la voluntad para dejar entrar nuevas ideas y desafiar el status quo de su industria, tiene todo lo necesario.
Para hacer el proceso agradable, sencillo y con una secuencia lógica, el libro está dividido en cuatro grandes partes.
– Parte 1 – La estrategia. Antes de lanzarse a crear la página es importante que defina para qué quiere su página, qué desea lograr y cómo encajará en sus estrategias de mercadeo. Y si ya la tiene, puede hacerle algunos ajustes.
– Parte 2 – La página. Aquí aprenderá en detalle cómo construir, diseñar y administrar su página, con gran cantidad de ejemplos y herramientas.
– Parte 3 – La comunidad. Una vez tengamos la página con contenido atractivo y funcionalidades, nos enfocaremos en atraer fans y generar dinámica en nuestra comunidad.
– Parte 4 – Los resultados. Finalmente, vamos a establecer parámetros de medición de las acciones en Facebook, así como el uso de herramientas para su monitoreo y control.
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