La problemática del reclutamiento de menores por parte de grupos armados ilegales fue abordada de frente por los estudiantes del colegio distrital Fernando Mazuera Villegas (Localidad de Bosa), quienes durante cerca de dos meses observaron este fenómeno gracias a un proyecto de la Agencia Colombiana para la Reintegración y la Fundación Social.
Este proyecto busca reconocer al colegio como espacio protector, y fortalecer a la institución para prevenir el reclutamiento y utilización de niños, adolescentes y jóvenes por parte de grupos armados ilegales y grupos delincuenciales organizados.
“Nosotros encontramos una tendencia que se evidencia en toda la localidad, y es cómo a través del consumo de sustancias psicoactivas, los chicos poco a poco se van vinculando, van siendo utilizados y finalmente terminan siendo vinculados con estructuras armadas más organizadas. Casi que inconscientemente terminan probando una droga y poco a poco terminan portando armas”, expresó Diego Carreño consultor de la Fundación Social.
El colegio Fernando Mazuera Villegas, junto al colegio Nuevo Horizonte de Medellín, fueron las dos únicas instituciones urbanas del país en las que se realizó este trabajo que culminó con un acto cultural, donde a través de la fotografía, el grafiti y el teatro, los estudiantes reflejaron su cotidianidad y algunos riesgos a que se ven expuestos.
De esta manera, a través de la riqueza expresiva del arte, los jóvenes expresaron su rechazo a la utilización de menores en cualquier acto violento o ilegal.
Durante el desarrollo del proyecto, se evidenció también la responsabilidad de los padres/madres de familia en la prevención del reclutamiento, ya que en muchos casos el abandono o la falta de atención a los menores por parte de sus familias son factores de riesgo.
Según la Fundación Social, es difícil establecer exactamente cuántos menores han sido víctimas de reclutamiento y utilización por parte de grupos armados ilegales y grupos delincuenciales organizados, pero se calcula que entre 8 y 14 mil menores en todo el país están involucrados en esta problemática.
“Lo que nos hemos encontrado es que estos chicos son líderes naturales, pero al no encontrar una manera positiva de canalizar ese liderazgo, muchas veces terminan siendo parte de esas estructuras y de una manera muy inocente, también nos hemos dado cuenta que una vez el chico está ahí y da el segundo paso, es muy difícil después que se salga. Entonces de ahí la necesidad del trabajo de la prevención, como un elemento fundamental”, concluyó Ángela Latorre, coordinadora del proyecto por parte de la Fundación Social.
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