Más de 10 mil alumnos de 42 colegios públicos y privados de Bogotá participaron en el proyecto Metamorfosis, un estudio desarrollado por el Claustro Moderno para el IDEP, donde se analiza la caracterización en los ámbitos de desarrollo cognoscitivo, físico y socio-afectivo de la población escolar en todos los grados.

El informe aporta datos sobre el ámbito socio-afectivo de los colegiales bogotanos; es decir, se miden los entornos de socialización, sus preferencias e intereses, sus hábitos de consumo, personalidad, sexualidad y moralidad. También en el ámbito físico, el estudio muestra el peso, talla, su maduración física y salud y nutrición. Y en el cognitivo señala su rendimiento académico, sus intereses vocacionales y profesionales, usos y expresiones, hábitos de lectura y acceso a la tecnología.

La investigación concluye, entre otros, que: En promedio el 77,08% de los alumnos de los colegios de la capital, nació en Bogotá; mientras que el 58% de los papás y el 54% de las mamás, no son de la ciudad. La mayoría sabe a qué estrato pertenece (76%). Y tienen en promedio la talla, peso y altura estándar con respecto a las tablas de la OMS que cobijan a la población mundial.

Con respecto a la nutrición, la mayoría de los colegiales, toman desayuno y almuerzan diariamente aunque no sucede lo mismo con la comida sin encontrarse diferencias significativas entre colegios públicos y privados. La diferencia entre los jóvenes que estudian en colegios privados y los públicos es que éstos últimos reciben en un gran porcentaje su refrigerio en el colegio, mientras que en los privados es comprada en la cafetería del plantel o llevada en la lonchera.

En lo que tiene que ver con la salud, el 57.88% del estudiantado de colegios privados usa lentes, mientras que en los colegios públicos lo hace el 42.12%. El problema de salud que sufre con mayor frecuencia es gripa, seguido de dolores de cabeza y de estómago y de alergias, iguales en toda la población estudiantil y sin diferencias significativas entre el público o privado.

En el ámbito socio-afectivo, solamente el 12% de los alumnos tiene un bajo comportamiento en el colegio, pues predomina un comportamiento alto o superior.

Las tribus urbanas son un fenómeno en el que los jóvenes han encontrado un lugar para desarrollar su personalidad, donde deben combinarse una vestimenta particular, un género musical específico, un léxico propio y otros rasgos que sólo son comunes al interior del grupo, por lo que tienden a convertir a quienes no cumplan con estas mismas distinciones como enemigos.

En la población escolar encuestada, aun cuando la mayoría no se identifica con ninguna, hay una clara diferencia entre la pertenencia a las tribus urbanas: Mientras en los colegios públicos predominan los raperos y los reggetoneros, en los colegios privados los alumnos se identifican principalmente con los gomelos, los emos y los skinheads.

En la medida en que aumenta el grado de estudio, los jóvenes se ven más expuestos a riñas callejeras. Si bien solo entre el 2% y el 4% de los jóvenes acepta haber participado en riñas callejeras entre el grado 6° y el grado 11°, el número de alumnos que dicen nunca haber participado disminuye del 84% en 6° al 61% en 11°, siendo notorio un nivel muy similar de respuesta en los tres últimos grados. En los colegios privados es mayor el número de alumnos que nunca han tenido riñas callejeras. Entre el 8% para el grado 6° y el 12% de los alumnos de los grados 8°, 9° y 11°, reconocen participar en enfrentamientos entre barras bravas. Los alumnos de los colegios públicos están más involucrados en enfrentamientos entre barras bravas.

El estudio indica que entre el 6% y el 10% de los alumnos de bachillerato manifiesta haber sido agredido físicamente por algún profesor y el 21% de los alumnos de primaria siente que ha sido maltratado por algún profesor. Pero mucho más preocupante aun que entre el 13% y el 25% ha recibido insultos de algunos docentes. Tanto la violencia física como la verbal son reportadas en mayor porcentaje por los alumnos del grado 9°. Pero igualmente se muestra que el 3% de los jóvenes reconoce haber golpeado a algún profesor, sin embargo entre el 6% y el 19% manifiesta haber insultado a algún docente. Nuevamente en el grado 9° se observa una mayor descarga de violencia hacia los docentes.

Así mismo, preocupa el hecho de que los alumnos se tornan más violentos con sus compañeros de colegio a medida que aumenta el grado, a excepción del grado 10°. Entre el 35% y el 42% de los jóvenes dicen haber golpeado a sus compañeros. Entre 8° y 1 1°, más del 60% de alumnos reconoce insultar a sus compañeros.

Con respecto a la autoridad, la principal figura es la mamá con un 60%, el padre es una figura de autoridad para una cuarta parte de los alumnos, mientras que los profesores van perdiendo autoridad en la medida en que aumenta el grado. Y responde el 24% de los alumnos de los últimos grados que ha sido echado de su casa al menos una vez. En los colegios públicos es superior el número de alumnas que han sido echadas de su casa.

En cuanto al porte de armas es evidente como a medida que aumenta el grado disminuye la respuesta “no he portado”, la cual pasa de 83% en 6° al 63% en 9°. Específicamente en cuanto a las armas blancas los resultados indican que mientras uno de cada diez alumnos han portado armas blancas en 6°, uno de cada cuatro lo ha hecho en los últimos tres grados y que los índices son muy parejos tanto en los colegios públicos como en los privados.

Temas como la pobreza extrema, la violencia intrafamiliar y el alto nivel de preocupación de generar conciencia por el cuidado del medio ambiente generan más preocupación en los alumnos de los colegios privados y a medida que aumenta el grado, disminuye su indiferencia.

Al contrario de lo anterior, los alumnos son indiferentes a los problemas de vicios como el alcoholismo y la drogadicción así como el de la corrupción y los vicios y la violencia política. Sin embargo, este es un tema que preocupa más en los colegios privados que en los públicos. Y así como el problema de desplazamientos genera mayor preocupación en los alumnos de los colegios públicos, el narcotráfico no es un problema central para la población escolar. Y en lo que sí están todos de acuerdo en el de abuso sexual, problema que más preocupa a la población escolar de Bogotá.

Con respecto a los grupos al margen de la ley, la mayoría de la población escolar rechaza las acciones de los grupos guerrilleros a pesar de que los alumnos del grado 11°, un porcentaje significativo de jóvenes, dice estar de acuerdo con las acciones de la guerrilla. Las acciones de los grupos paramilitares reciben el mismo rechazo de los escolares que al accionar de los grupos guerrilleros así como la delincuencia común.