El Secretario de Salud de Bogotá, Guillermo Alfonso Jaramillo, aclaró que la propuesta del Alcalde Mayor, Gustavo Petro, de crear Centros de Atención Médica para Adictos a las Drogas (Camad), únicamente establece el suministro de drogas permitidas por la ley, de tal manera que disminuyan la ansiedad del adicto evitando que busque el consumo de drogas como la marihuana, la cocaína, la heroína o el bazuco.
«En este momento vamos a trabajar con las drogas que están aceptadas, que podemos usar con prescripción medica, que solo se puede usar por los médicos, que no están disponibles en el mercado y que están controladas» señaló Jaramillo.
El Secretario explicó que en algunos casos, drogas como la Morfina son suministradas a enfermos terminales, la cual además puede reemplazar los efectos de una sustancia psicoactiva, pero generando un síndrome de abstinencia de la misma.
“Soy cirujano pediatra, opero niños del corazón y utilizamos morfina para el dolor de estos pacientes. Estos niños, muchos de ellos, cuando hay que mantener la morfina hacen síndrome de abstinencia”, indicó el Secretario.
De igual manera, Jaramillo informó que dos de los Camad, empezarían a funcionar en septiembre como cumplimiento de la ley recientemente aprobada en el Congreso de la República, que establece que la drogadicción debe ser vista como un problema de salud pública con tratamiento obligatorio.
Los primeros dos Camad serían creados en el sector conocido como “El Bronx” y San Bernardo, donde se atenderá a los consumidores de drogas, a los menores y a los adolescentes que están inmersos en este oscuro mundo, con médicos, psicólogos, psiquiatras, odontólogos y enfermeras. Para este propósito se tienen destinados 1200 millones de pesos.
Si bien existen voces de respaldo a la audaz propuesta del alcalde Petro, son varios los opositores a su idea. El Procurador General de la nación, Alejandro Ordóñez, ha reiterado que la propuesta de Petro «carece de todo fundamento constitucional o legal, toda vez que supondrían instrumentalizar a los adictos/enfermos con propósitos distintos a procurar su salud, desnaturalizando los tratamientos de desintoxicación hasta el punto de permitir el consumo de la misma droga que los ha llevado al estado de adicción, y restringiendo gravemente la autonomía médica, al convertir a los profesionales de la medicina en simples ejecutores de la política criminal del Estado».
Sobre el polémico tema, el presidente del Senado, Roy Barreras Montealegre, señaló que ante la evidencia del fracaso en la guerra contra las drogas en el mundo hay muchos con iniciativas pero está claro que el “narcotráfico es un problema global y una maldición universal que pagamos los colombianos por consumidores de otras partes”.
“Este problema debe tener una solución global y no se va a resolver con pequeños ‘guetos’ o zonas de distensión para consumidores. Esa idea del alcalde Petro es un error y no vale la pena implementarlo”, sostuvo.
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