Una mariposa negra y una culebra de fuego que se le prenden del cuello y la envuelven en un ahogo asustado. Las líneas de su rostro como hendijas de siembra sin semilla ni agua. A su alrededor la olla, salones de consumo, la sociedad del bazuco, la vecindad del chirri.

Miércoles de ceniza
2 días con sus noches llevaba Integración Social buscándola. El equipo de búsqueda activa, la gente de acercamiento de Adultez: «El Halcón», Jota Efe Linares, algunos de comunicaciones, vecinos y vecinas, contactos y hasta sayayines, estaban a la pata.

Los sitios de mayor deterioro arquitectónico y humano, fueron revisados ese miércoles de ceniza: San Ber, La Favorita, el Santa Fe, Ferrocarril, 5 Huecos, el callejón de la muerte, la L y el Bronx. Preguntas, pistas, incluso señales literales de humo espeso, con el que se pudiera dar con el paradero de la, hasta el momento, noticia nacional: Ex bailarina del Show de Jimmy consumida por la droga en Bogotá.

Entran y salen del sector del Bronx en Bogotá más de 50 personas por minuto. Son las 7 de la mañana y ya algunos tienen la cruz del miércoles de ceniza en la frente. Mirando bien no es una cruz la que cargan, es una tonelada de tiempo alucinado que les pesa en la joroba, que le ahueca los ojos, que le ensucia la lengua; consumidores y consumidoras esto es 24 horas.

Primero los cachivacheros, si traes la chaqueta, el reloj, lo que sea, aquí te lo compran, lo que se necesita es plata para comprar la droga metros adelante. Luego la venta de alimento: Boronas de ponqué, combinados de raciones callejeras, que en algún momento del día o del ayer, fueron calientes, fueron hervidas, pero que a esta altura de la bolsa que las recubre, son un simple tentempié de revueltillos de comidas. Para otros gustos también están los gordos de la carne fritaditos con apariencia chicharrona y sumergidos en calderas de manteca. En la zona hay dormitorios paga diarios de a peso. Tiendas que venden de todo, casas de máquinas traga ilusiones, rockolas roncas y bodegas de material reciclable.

Entrando en el área caliente encontramos las barequeras: Cajones de madera donde se vende marihuana. A la vista y al detal, puede llevar además su fosforo, la pipa y el papel aluminio. Hay gente que llega hasta aquí y se devuelve, pero hay otros y otras que siguen hacia las casas de expendio de droga dura.

Uno de los contactos que fue tocado durante el día, reportó la presencia de la conocida Shakyra del Bronx, como se le conoce en la calle a la ex bailarina. Un llamado a las 5:30 de la tarde, luego de la imparable cruzada de búsqueda, fortaleció la esperanza. Se montó el operativo final. A esa hora, es mejor pensarlo diez veces antes de entrar al Bronx.

Sin embargo, el trabajo que hace la SDIS en estas zonas, los acuerdos de trabajo y la identificación de “líderes”, han dado la autoridad y seriedad para ingresar. La población vulnerable entiende el compromiso y la realidad de las personas en esas situaciones, conocen nuestros resultados. Muchos quisieron trabajar de calle: Que estaba allí, que le diéramos la recompensa, que ya la traían, que acaban de verla en la olla. Solo hasta que el fiel contacto dijo tenerla cerca, una persona de Integración Social fue por Heidy.

Al llegar al sitio, ella tenía montada la pipa, lista para fumar el bazuco. El servidor de Integración Social le acompañó justo en ese momento, no quiso interrumpir esa última dosis. Luego del manejo de la serpiente de fuego, de la mariposa negra, Heidy Iregui tomó de la mano a nuestro compañero de labores, despellejó su pipa de los dedos y la regaló. Emprendió ruta a la libertad, esa fue la última vez que el Bronx supo de ella.

De bailarina a carramana
El Show de Jimmy fue un popular programa musical y humorístico de la televisión colombiana, emitido entre 1971 y 1993. El programa era presentado por Jimmy Salcedo. Muy recordada para la gente adulta es la sección de humor los meros recochan boys. También se recuerdan los sensuales bailes de las Súper notas; bailarinas cotizadas del programa, grupo al que pertenecía Heidy Iregui.

El programa ganó el India Catalina de Oro en 1988 y 1990. El entonces presidente Belisario Betancur Cuartas participó en la sección Cante aunque no cante. Y entre otros artistas pasaron por su set: Tito Puente, Celia Cruz, Rocío Dúrcal, Paloma San Basilio, Roberto Carlos, Charlie García, Héctor Lavoe, Los Melódicos, el Gran Combo de Puerto Rico y Shakira, a principios de los noventa. Era una plataforma de los famosos con el pueblo, como lo dijera Jimmy en una de sus anécdotas. Según Heidy, en ese ambiente no se necesitaba plata para conseguir la droga.
 
Y sin plata y carramaniada, fue que la encontró Integración Social en lo más gris del centro de Bogotá. Las primeras palabras que escuchó de nosotros fueron “estamos es para consentirla”. Shakyra no salió sola, a su lado y para donde quiera que fuera, estaba Luis Eliécer Rojas. Un amante del chamber, un hombre sin cédula, metido de cabeza en la droga y en la relación con Heidy Iregui.

Afuera de la camioneta que transporta a Heidy, desde el centro hasta el Hogar de Paso de la 35, llueve sin piedad. Aun así, cantidad de jóvenes suben rumbo a la olla con la mirada fija, las antiparras que apuntan al Bronx y el pensamiento puesto en el consumo. Heidy no se da cuenta de lo que pasa a su alrededor. Envuelta en una chaqueta roja de la SDIS, en el final de su última torcida, los vidrios empañados no le dan vista ni tiempo para despedirse de los lugares a donde nunca debió llegar.

No pudo decir adiós a la calle Sexta donde retacaba, ni decir chao a las carangas que le muerden la piel por doquier, ni tampoco despedir la flojera estomacal que le torna ansiosa al llegar al hogar de paso.

El reencuentro con su sangre
Henry Iregui, su hermano, dice que esta vez se recuperará. Sus otros tres hermanos murieron jóvenes y ella, su sangre, quien ha jugado a la ruleta rusa con la muerte, está allí, abrazándole en un reencuentro propiciado por la SDIS, 5 días después del rescate. Heidy ya puede sonreír de oreja a oreja. Un odontólogo privado, sin ánimo de lucro, le puso implantes en el maxilar superior, le hizo cirugías en el maxilar inferior, le retiró raíces afectadas, aseguró las fisuras generales y le hizo el blanqueamiento.
 
Las redes del mal que le atraparon empiezan a desligarse. La suerte de ella será la misma que la de su novio; a quién se le ve con un fino candado, cabello ligeramente ondulado, espalda ancha y en posición de firme en las secciones de conteo en el Hogar El Camino. Si uno o una sale del servicio el otro se va detrás. Son una pareja pa` las que sea. Él es su ancla, el polo a tierra.

Ellos no se recuperan tan rápido, algunos daños físicos de la droga no desaparecen con un mediático cambio extremo. Además Heidy sufrió una trombosis que le produjo un paro, quedó sin habla, doblada, torcida, hablaba con las manos. Comiendo bien, con medicamento, durmiendo bien y con el amor de Integración Social y su familia, su aspecto físico cambiará. Empezará a recuperar los buenos hábitos, como aquel simple hecho de tomar la cuchara.

Lo más lógico es que sientan ganas de consumir, querrán escapar. El tratamiento del manejo de ansiedad después de tantos años de consumo es la clave. Por lo pronto, son iguales a todas las personas que conforman el Hogar terapéutico El Camino. Desde que Heidy entró al dormitorio es una más de la casa, tiene que seguir normas, cumplirlas. Los servicios son voluntarios, ella tiene su derecho, incluso a decidir si sigue en ellos o no, y eso habrá que respetárselo.

Otra de las acciones que la tendrán motivada en la ruta de su libertad, serán las acciones culturales en calle, espacio de la Subdirección de Adultez en los Hogares de Paso y la Comunidad Terapéutica El Camino, que busca encontrar talentos y perfiles artísticos de las personas habitantes de calle, con el fin de dignificar, a través del arte, su espacio de vida.

La comparsa de ciudadanía de calle alcanza en momentos cumbres las 160 personas. El grupo Son Callejero inició un nuevo año reclutando talentos para la reconocida banda salsera que impactó el año pasado por la calidad de sus integrantes. Algunos de ellos ex músicos de reconocidas bandas nacionales e internacionales, que siguen cruzando la delicada línea entre la calle y la vida digna. Asimismo, los pintores, la gente de los murales, el grupo de teatro, los de danzas, talentos que afloran con fuerza para superar la adicción. Desde ya Heidy ha dicho –yo todavía bailo-.

A los cerca de 8.000 habitantes de la calle (7.000 hombres, 1.500 jóvenes, 2.000 personas mayores), habrá que restarle dos más. Ese es el trabajo del acercamiento en calle de Adultez, todos los días hacen lo mismo: Rescatar vidas. Sin la necesidad de medios de comunicación o estrellas de show, siguen haciendo su trabajo, escuchan y confían en las personas que tienen la determinación de salir. En medio de jíbaros, de consumidores, las chaquetas rojas y naranjas de Integración Social abren caminos de esperanza
 
Colofón
Heidy se ha reencontrado con su padre. Sus ojos se abren cada día más, la noticia salió hasta en medios europeos. Aunque ya no podrá tener hijos, suficiente será que su vida sea vida. No deja de ser coqueta. La relación con Luis se ve fortalecida, el Subdirector de Adultez se ofreció ya en caso de matrimonio.

Poco a poco se le ha ido pasando el susto de la mariposa negra que le rondaba, la culebra apagó su fuego, las carangas con muelas fueron fumigadas. Para este escrito no hubo necesidad de preguntarle nunca nada, jamás nos miramos a los ojos, ella no sabe mi nombre. Como camaleones camuflados, le acompañamos en el proceso de su libertad, toda ella era quien hablaba.

* Este miércoles 30 de marzo, la Secretaría de Integración Social la entregó a las directivas de la Fundación La Luz, lugar donde continuará su proceso de recuperación y desintoxicación. Su cara ha recobrado la esperanza y las ganas de vivir, está tranquila y con la convicción que superará el oscuro mundo de las adicciones al lado de su amado Luis Eliécer.

De inmediato fueron llevados a la Ciudadela Chinauta (foto), un lugar ideal para cumplir este proceso y donde contará con el acompañamiento de terapeutas, médicos, sicólogos, siquiatras y un grupo de compañeros que le dieron la bienvenida y se mostraron dispuestos a colaborar en su recuperación. «Si toda la vida quieres estar en la Fundación La Luz, así será, somos una familia y estamos dispuestos a ayudarla y salvar una vida» dijo Álvaro Alfonso Enciso, director de la Fundación.

Textos: Juan David Arboleda
Foto: Sergio Rueda
* Redacción www.barriosdebogota.com