Aún es muy común escuchar en los niños cantar la canción «El puente está quebrado, con qué lo curaremos, con cascaras de huevo, burritos al potrero. Que pase el rey, que ha de pasar; el hijo, el “sinpa» se ha de quedar»… y así parece que cantaran cientos de bogotanos que a diario tienen que pasar por puentes quebrados, rotos, sin mantenimiento y a los que, a algunos, les faltan escaleras poniendo en riesgo la vida de los transeúntes, especialmente de los niños y adultos mayores.
A pesar que entre los años 2007 y 2009 se invirtieron más de 3 mil millones de pesos para el mantenimeinto de la infraestructura de estos puentes peatonales en el Distrito Capital, las estructuras básicas para el desplazamiento de los ciudadanos se encuentran cada vez más deteriorados. Pueden durar entre tres y seis meses antes de intervenirlos y está en peligro la integridad de los capitalinos, afirmaron los Concejales Humberto Quijano y Carlos Guevara en el Concejo de la ciudad.
Puentes que se inundan, se levantan y se caen a pedazos son parte del paisaje urbano de la ciudad. La Secretaría de Movilidad cuenta con más de 190 mil millones de pesos para el mejoramiento de la infraestructura del espacio público, pero el plan de desarrollo solo contempla el mantenimiento de 20 puentes peatonales. Los demás no cuentan con presupuesto para mejoras.
Es por eso que se viene realizando en el Cabildo Distrital, un debate de control político para analizar esta situación que pone en riesgo a vida de los bogotanos. El IDU manifiesta que para el mantenimiento de estas infraestructuras se da prioridad a las ubicadas sobre la malla vial principal, estructuras de Transmilenio y las que presentan problemas locales. Pero otra historia cuentan los puentes que hoy están en un estado lamentable. Es el caso del ubicado en la calle 26 con carrera 53, el cual está prácticamente en estado de ruina y otro más de la calle 68 con carrera 68 al que le falta parte de un escalón.
Igualmente, si se han priorizado los puentes de Transmilenio, se evidencia la necesidad de realizar una mejor intervención ya que las láminas de aluminio se encuentran levantadas, permitiendo que los pies de los niños queden allí incrustados y los materiales añadidos presentan oxidaciones y divisiones que diariamente generan accidentes a los transeúntes. El mantenimiento estructural sólo se presenta si hay cambio sustancial de la normatividad existente o la edad sobrepasa los 20 años de servicio, según lo expresa el IDU, pero algunos no cumplen con el tiempo y ya se encuentran en un alto grado de deterioro.
“El IDU no contempla la sustitución de puentes peatonales, la plata que se ha invertido no ha tenido un impacto evidente y cada vez es más riesgoso transitarlos, aun cuando los ciudadanos pagan sus impuestos. ¿Cómo responderán los funcionarios ante las demandas de los ciudadanos que se incrementarán al no dar solución efectiva a este grave problema? Por demandas, sentencias y conciliaciones amparadas en la falla del servicio del estado, este debe pagar indemnizaciones cuantiosas que afectan el presupuesto” señaló el Concejal Quijano.
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