La Personería de Bogotá determinó que para los cien canales que hacen parte de la red fluvial y de la estructura ecológica de la ciudad, la Empresa de Agua, Alcantarillado y Aseo de Bogotá (EAB) no cuenta con una política seria que permita su recuperación, mejoramiento y mantenimiento.
Si bien, la Empresa de Acueducto tiene una base de datos de ríos, canales, quebradas y humedales, entre otros, ésta no cuenta con un inventario de los tramos intervenidos y menos un diagnóstico real del estado de su estructura.
Como lo indica uno de los informes de interventoría, de un contrato de limpieza de 2012, “en general los canales llevaban un tiempo considerable sin recibir limpieza, motivo por el que el primer ciclo de limpieza viene resultando más laborioso y requiere mucho mayor esfuerzo”. Esta situación no sólo demuestra la falta de una política pública que contemple una permanente limpieza y protección, sino que demuestra que no existe un trabajo planeado para enfrentar las temporadas invernales con acciones claves que eviten tragedias.
Durante una visita aleatoria a 18 canales, se observó que si bien se han realizado trabajos de limpieza y mantenimiento, algunos de ellos, intervenidos y sin intervenir, están saturados de escombros, basuras, llantas, muebles, colchones, sedimentos acumulados, lodo, buitres y malos olores. En algunos, incluso, hay restos de viviendas provisionales y hasta habitantes de calle.
Además, se encontraron varios canales con gran deterioro en las losas y en su estructura. En el puente peatonal de la Avenida 68, al norte de la Calle 80 (Canal Juan Amarillo), se observa una obra inconclusa que costó más de $12 mil millones que buscaba mejorar la fuerza de arrastre y evitar procesos de sedimentación. No obstante, los oxidados hierros abandonados están haciendo todo lo contrario, pues allí queda atascada basura, lodo y escombros, que generan malos olores. La obra, iniciada en 2009, se debió terminar en principio en mayo de 2010.
La EAB informó que suscribió 14 contratos durante 2012 para el mantenimiento y limpieza de canales, que se están ejecutando en 2013, pero no tiene previsto para el presente año realizar ninguna inversión en su estructura, pese a la urgente necesidad de la reparación de las losas de concreto de varios de ellos y el mantenimiento del sellado de las juntas, así como generar accesos vehiculares en los canales, teniendo en cuenta que esto genera demoras en las actividades que se realizan como en el caso del Canal Comuneros.
“Sería de gran utilidad para las gestiones de limpieza y mantenimiento contar con las intervenciones realizadas y daños estructurales georreferenciados, con el fin de que en vigencias futuras se contraten sólo los tramos faltantes y puntos críticos, reduciendo de esta forma los costos y generando la posibilidad de realizar la limpieza de forma periódica. Además, la falta de mantenimiento permanente en los canales propicia la reproducción de elementos vegetales indeseables, que afectan su capacidad hidráulica y generan malos olores, afectando la salud de la comunidad vecina”, dice el informe de revisión de gestión.
Sin más acciones
Por lo observado en los canales, se evidencia ausencia de resultados en los programas de la EAB para identificar y reducir las conexiones erradas, que contribuyen en gran medida a contaminar los cuerpos de agua de la ciudad.
En el Plan de Desarrollo “Bogotá Humana” en relación con el mejoramiento de la calidad hídrica de los afluentes del río Bogotá y la recuperación y renaturalización de los espacios de agua, en los proyectos prioritarios, sólo se registra, a junio 30, un avance inferior al 10%.
También es muy alto el porcentaje de predios por adquirir en las zonas de preservación, pues en la meta del Plan de Desarrollo denominada “Recuperación ecológica y paisajística de 57 km de Rondas y ZMPA de las micro cuencas de los ríos Fucha, Salitre, Tunjuelo y Torca”, a junio de 2013, el avance es del 0%.
Como se evidenció en las visitas, las basuras están contaminando los canales; por eso es vital que el Distrito trabaje de la mano con la comunidad y sancione con multas a las personas que arrojan allí desperdicios. Por eso se recomienda incrementar las capacitaciones pedagógicas a los habitantes de las zonas aledañas a los canales, para concientizar la importancia de la preservación de esta red hídrica.
Además, teniendo en cuenta que desde enero de 2013 la EAB asumió la gestión y operación del servicio público de aseo, es pertinente que en las localidades que tiene a cargo se intensifiquen la recolección y limpieza de las zonas aledañas a los canales.
Ante las demoras reportadas por los interventores sobre trámites ambientales para la tala de árboles que están en riesgo de caer en las rondas de los canales, es necesario fortalecer la gestión interinstitucional (Acueducto y Secretaría de Ambiente), así como coordinar gestión con las autoridades locales para la vigilancia y cuidado de los canales.
Ejemplos
Algunos canales como el Juan Amarillo (entre la Carrera 68 y la Avenida Boyacá), Callejas (Calle 127, desde la Carrera 13A hasta la Autopista Norte), Contador (Calle 127 desde la Autopista Norte hasta la Avenida Córdoba) y Albina (Avenida Ciudad de Cali), entre otros, presentan losas en mal estado.
Así mismo, se encontraron basuras y escombros en los canales de las localidades de Suba y Barrios Unidos; además, a pesar de los contratos ejecutados en el transcurso de 2013, se evidenciaron canales con malos olores, acumulación de sedimentos, presencia de buitres, habitantes de calle y “cambuches”, especialmente en la intersección de la Calle 127 con Av. Córdoba e intersección de la Avenida Pepe Sierra con Avenida Córdoba (Canal Molinos).
Los canales Juan Amarillo y Salitre (entre la Carreras 30 y 68) son los que se encuentran en peor estado, debido a que también se observó acumulación de basuras, llantas, colchones de diferentes tamaños y existe presencia de habitantes de calle que habitan el lugar. De igual forma, se perciben malos olores y se aprecia la presencia de buitres desde la Avenida Boyacá hasta la Avenida Ciudad de Quito.
Los Canales Tintal, Tintal IV y Santa Isabel, también presentan gran acumulación de sedimentos, basuras, llantas y malos olores.
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