Durante todo el mes de septiembre, los bogotanos podremos disfrutar de más de 100 diferentes actividades que nos permitirán conocer el patrimonio cultural y natural de la ciudad. Todas las actividades son gratuitas.
Para iniciar la celebración del Mes del Patrimonio –con el ingrediente único que este año aporta la conmemoración del Bicentenario–, la Alcaldía Mayor de Bogotá, a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, invita a la ciudadanía a un evento que estará a la altura de tan especiales festejos: el Desfile Metropolitano de Comparsas 2010, el sábado 28 de agosto de 1 p.m. a 4 p.m.
Tendremos un desfile de comparsas, gran evento en el que participarán 1.500 artistas que conforman los 20 grupos provenientes de distintas localidades de la Capital, colectivos que inundarán la carrera Séptima con mucho color, movimiento y música, en un ambiente lleno de reflexiones, festejos y simbolismo asociados a la gesta independentista de Colombia, que en esta temporada celebra 200 años.
Es una oportunidad para que los bogotanos y las bogotanas disfruten del recorrido que harán por la carrera Séptima, desde el Parque Nacional hasta la Avenida Jiménez, 20 montajes artísticos alusivos al Bicentenario, a cargo de los ganadores de la convocatoria ‘Fiesta de Amor por Bogotá 2010’.
Usaquén, Chapinero, Santa Fe, San Cristóbal, Usme, Tunjuelito, Bosa, Kennedy, Barrios Unidos, Fontibón, Suba, Antonio Nariño, Puente Aranda, La Candelaria, Rafael Uribe Uribe, Ciudad Bolívar y Sumapaz estarán presentes, a través de organizaciones artísticas y culturales, en el Desfile Metropolitano de Comparsas 2010, una jornada excepcional para que las y los ciudadanos de la Capital, a partir del reconocimiento colectivo de sus raíces históricas afirmen su identidad y vigoricen su pertenencia y valoración por Bogotá, ciudad de derechos, en el prólogo del Mes del Patrimonio 2010.
Cada presentación tendrá una singular configuración artística, con distintos matices y enfoques; mientras algunas se quedarán en el plano del jolgorio y la conmemoración, o en una recreación contemporánea de los acontecimientos épicos que derivaron en el fin de la subordinación, algunas propondrán posibles situaciones del mañana de nuestra ciudad y de la nación, mientras otras inyectarán a su montaje un ingrediente crítico y analítico con relación a lo que ha sido nuestra historia como nación independiente.
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