Recordamos los 100 años del natalicio del gran compositor colombiano Crescencio Salcedo Monroy quién había nacido en Palomino, departamento de Bolívar el 27 de agosto de 1913. De manera autodidacta el «Compae Mochila», como se le conoció, dedicó su vida a la música popular y a la fabricación de gaitas y flautas, las cuales interpretó con destreza en los “perendengues” del pueblo. Fue un hombre de gran sensibilidad; caminaba descalzo, según él, «para mejor sentir el contacto de la Madre Tierra».
En vida no fue reconocido por el éxito de sus canciones, aún vigentes. Se dedicó en los últimos años a vender en las calles de Medellín los instrumentos que fabricaba. Murió en esta ciudad a causa de un derrame cerebral, en 1976.
Sus obras fueron grabadas por artistas como Chayanne, Farid Ortiz, Lucho Bermúdez, La sonora matancera, Tony Camargo, Billos Caracas entre otros.
«Desde niño aprendí a hacer instrumentos. Nadie me enseñó. Eso me gustaba y hacía mis flautas a mi antojo, a mí me nacía hacerlas. Hasta que ya fui obteniendo mi poco de técnica, un poco de maestría. Ya fui haciendo las cosas como conocedor, cómo se cogía una flauta y se tonificaba bien. Ya cogía y hacía una gaita por mi cuenta. Ya era un hombrecito, ya tenía conciencia de lo que hacía».
«Yo mismo las construía. Porque cogía el carrizo para hacerle huecos y, luego, me sonaba. De ahí principié a desarrollarme de parte mía para hacer las cosas. Y, como viendo y oyendo se aprende, entonces, yo oía lo que los mayores hacían», expresaba el compositor.
Debido a su forma de ser y su poco afán de protagonismo tuvo varias canciones en disputa: “La Múcura” se atribuye a Toño Fuentes, “El hombre caimán” o “Se va el caimán” a José María Peñaranda, “Santa Marta tiene tren”, en disputa con Manuel Medina Moscote y Chico Bolaño y “Mi cafetal” intentó atribuírsela Toño Fuentes.
Las canciones de Crescencio Salcedo fueron víctima de una gran orgía de usurpadores por no decir de ladrones. La ya legendaria cubana-mexicana Ninón Sevilla en los años sesentas caracterizó, en una película de las llamadas Rumberas, con una coreografía donde ella lleva una Múcura en la cabeza y otra que intenta cargar y no puede con ella y al fin la rompe contra el suelo y la canción “La Múcura” de Crescencio Salcedo, aludiendo que es venezolana.
Crescencio Salcedo murió a los 63 años en Medellín en una gran pobreza, confeccionando flautitas de artesanía que vendía por las calles. Cuando alguien iba a darle dinero como ayuda, la rechazaba diciendo “Yo no recibo limosnas, vendo flautas, cómpremelas”.
Crescencio fue el célebre compositor de las famosas y recordadas melodías del folclor colombiano: La múcura, Mi cafetal, La varita de caña, El hombre caimán, El año viejo, entre otras, a pesar de que aprendió a escribir a una avanzada edad.
Disfrútenlo.
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