El director del Instituto para la Economía Social, Camilo Gómez Castro, ha dicho que con el incremento en el precio del dólar, se ha generado un alza significativa que se viene sintiendo en las 19 plazas de mercado que administra el IPES.

Los productos que presentan mayor incremento son las hortalizas, las frutas importadas, productos avícolas y cereales. Para contrarrestar este fenómeno, el distrito en cabeza del IPES, recomienda remplazar productos de mayor precio como la manzana, pera, durazno kiwi y uvas de origen chileno, por algunos que significativamente han bajado de precio como el banano de Urabá, la mandarina, la naranja y la manzana criolla, cuyo precio es muy inferior.

El aumento en el precio de la divisa norteamericana tiene un significativo impacto en el encarecimiento de productos, como los derivados de la actividad avícola, debido a que los insumos para su producción, como maíz, sorgo, cereales y veterinarios, se importan en su gran mayoría de los Estados Unidos, lo que encarece su precio al ser adquiridos con un dólar que excede los tres mil pesos; sucede lo mismo con el trigo, que se importa en grandes cantidades y es necesario para la producción de pan.

Las Plazas de Mercado, a pesar de la competencia de las plazas campesinas, siguen teniendo un importante lugar dentro de las tradicionales compras de los bogotanos y de sus visitantes. Son por lo general grandes espacios en donde es posible comprar verduras, frutas, quesos, carnes, pescado, hierbas aromáticas, artesanías, panes, etc, a un buen precio, de alta calidad, y lo que más agrada a los bogotanos: negociar las compras directamente con los productores, pues la relación entre el comprador y el vendedor se vuelve casi una amistad.

“Consumir en las plazas de mercado distritales fortalece la producción nacional y la economía campesina,  recuperando la memoria de tantas generaciones que crecieron en torno a las plazas de mercado, como escenarios de encuentro entre la ciudad y el campo para asegurar nuestra soberanía alimentaria; por eso recomiendo a las amas de casa llevar menos productos con la misma capacidad de pago y reclamar  la ‘ñapa’ que resulta  ser generosa y complementaria a la hora de hacer mercado”, explicó Camilo Gómez Castro, director del IPES.