Después de incomodidades para los bogotanos, retrasos, prórrogas y sobrecostos, se entrega el deprimido de la calle 94 al norte de la ciudad, una obra que fue símbolo de la corrupción e ineficiencia.
Este deprimido (intercambiador vial), permitirá 18 giros, eliminará 7 cruces semafóricos y mejorará los tiempos de desplazamiento en esta estratégica zona del norte de la ciudad. La actual administración de Bogotá vigiló permanentemente el desarrollo de los trabajos y dio instrucciones para que trabajaran en equipo, de forma eficaz, para sacar adelante la obra.
Uno de los hechos fundamentales para destrabar este caso fue el traslado de la gigantesca tubería red matriz de acueducto Tibitoc por parte de la directora del IDU, Yaneth Mantilla, quien pudo reiniciar las obras detenidas. Así se logró el desvío de 725 metros lineales de la red y el contratista pudo terminar las actividades retrasadas.
Obras realizadas en la calle 94 con el intercambiador
• Se construyeron las conectantes sur-oriente y oriente-norte del deprimido, así como la conexión con la Avenida 19. Se redujo el tiempo de desplazamiento para 6.000 vehículos cada hora.
• Se construyeron 16.592 metros de pilotes (cimientos).
• Se realizó la intervención con acero de refuerzo de 3.027 toneladas.
• Se excavaron 300.000 metros cúbicos para los túneles.
• Se construyó el corredor férreo de la Avenida 9ª con el levantamiento de 3 puentes entre las calles 94 y 95.
• Se realizó el hincado de los 26.000 metros lineales de tablestaca metálica (pantallas de contención) del paso a desnivel. Esto equivale a una línea recta desde el monumento de Los Héroes hasta Sopó (Cundinamarca).
• Se construyó todo el espacio público de 29.000 m2 en ambos costados de la Av. 9ª y el puente peatonal del costado sur de la calle 94 sobre la Av. 9ª. Esto es equivalente a 4 canchas de fútbol como El Campín.
Afortunadamente los capitalinos contamos con esta obra que le hacía falta al norte de la ciudad. Este proyecto conocido como el Deprimido de la Calle 94, que inicialmente costaba 45.000 millones de pesos, terminó demandando una inversión de 165.000 millones y muchas molestias a los bogotanos, motivo por el cual es razonable que el alcalde Enrique Peñalosa haya pedido disculpas a la ciudadanía «por todas las incomodidades, por los retrasos que hubo, por los sobrecostos de la obra». Disculpas sí, porque no se puede celebrar.
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