A partir de este mes llega a Colombia el primer tratamiento contra un tipo de cáncer en la sangre y la médula ósea llamado mielofibrosis. “El medicamento permitirá mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes y prolongar el tiempo de supervivencia”, señaló la Doctora Virginia Abello Polo, especialista en medicina interna y hematología de la Clínica de Marly, de Bogotá, y docente universitaria de Hematología en el Hospital San José.
La mielofibrosis está catalogada como “enfermedad rara”, razón por la cual no existe preparación óptima por parte del personal médico y de laboratorio para diagnosticarla, y por eso en muchos casos es detectada de forma tardía.
Sin embargo, puede ser diagnosticada de forma temprana si se presta atención a ciertos signos de fácil identificación, desde anormalidades en un análisis de sangre completo (hemograma con plaquetas) hasta un bazo agrandado, que se detecta al palpar el abdomen.
Esta enfermedad afecta a una de cada 100 mil personas y se produce por una insuficiencia en la médula ósea, lo que lleva a un crecimiento del bazo y síntomas debilitantes que disminuyen la calidad de vida. La hematóloga y docente universitaria del Hospital San José, en Bogotá, Doctora Claudia Patricia Casas Patarroyo, destacó que por causas desconocidas “se produce una fibrosis, una atrofia de la médula ósea, y por ello las células madre de la médula viajan por el torrente sanguíneo a otros lugares”.
Sintomatología
Los síntomas más frecuentes de la mielofibrosis son: debilidad, fatiga, dificultad para respirar al hacer esfuerzos, pérdida de peso, sudoración nocturna, palidez, moretones sin causa aparente, sangrado fácil, mayor probabilidad de contraer una infección, agrandamiento del hígado (detectable en dos tercios de los pacientes) y dolor intenso en la parte superior izquierda del hombro (que refleja el dolor referido del bazo, a veces por una circulación sanguínea inadecuada).
El bazo de los pacientes con mielofibrosis puede crecer hasta superar varias veces su tamaño normal; en algunos casos puede llegar a pesar hasta 10 kilogramos y medir 36 centímetros de largo, mientras que un bazo normal pesa alrededor de 0,15 kilogramos y mide aproximadamente 11 centímetros.
La Dra. Casas Patarroyo explicó que “los estudios para el diagnóstico pueden demandar entre uno y tres meses, y depende de que se consulte en un lugar especializado”. Gracias a investigaciones realizadas en los últimos ocho años, “la comunidad médica y hematológica tiene un mayor nivel de alerta para el diagnóstico y detección de la mielofibrosis”, sostuvo.
Causas desconocidas
La Dra. Abello Polo, por su parte, destacó que “no hay factor predisponente conocido que pueda desencadenar el desarrollo de la mielofibrosis, y si bien suele aparecer en edades de entre 55 y 60 años, últimamente se ve con mayor frecuencia en gente más joven”.
Un estudio realizado por la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud entre los años 2005 y 2010 señala que la edad promedio de pacientes tratados en esta institución especializada fue de 63,5 años y el 55,88% fueron mayores de 61 años. Del total de pacientes, 61,7% correspondían al sexo femenino.
Aproximadamente el 25% de los pacientes que contraen esta enfermedad pueden derivar en una Leucemia Mieloide Aguda (LMA), una forma agresiva de leucemia, con una tasa muy baja de supervivencia para individuos con mielofibrosis primaria, que oscila entre los 5 y los 6 años. Para los pacientes de alto riesgo la tasa de supervivencia está entre 1 y 3 años.
El principal factor de riesgo contra la mielofibrosis es padecer enfermedades hematológicas, como la policitemia vera y la trombocitemia esencial. Pacientes que padecen alguna de estas enfermedades durante largos años pueden desarrollar mielofibrosis como una etapa final de las mismas.
Terapia innovadora
Hace ocho años no existía ningún fármaco para controlar la mielofibrosis. A principios de este mes, mayo de 2013, llega a Colombia una nueva opción terapéutica, lo cual abre las posibilidades de aumentar la supervivencia y mejorar la calidad de vida a unos 450 pacientes diagnosticados en nuestro país.
El coordinador de la Clínica de Leucemia Mieloide Crónica del Instituto Nacional de Cancerología de México, Doctor Eduardo Cervera Ceballos, afirmó que con la aplicación de esta innovadora terapia los pacientes han logrado mejoría de hasta un 97% en apenas ocho semanas.
El nuevo tratamiento, un inhibidor de JAK (Janus Kinasa), modifica la historia de la enfermedad a nivel molecular al bloquear la producción de mutaciones, y revoluciona el tratamiento, al ser menos tóxico que las quimioterapias.
En que clinicas de bogota se encuentra este tratamiento