Bogotá, el primer destino turístico del país, está de moda en el continente por numerosos atractivos culturales, de compras y diversión e incluso como ciudad llamativa para hacer negocios. Pero ahora emerge como nueva potencia y nuevo polo de atracción en el sector del turismo sostenible, como lo mostrará al mundo durante los días 10, 11 y 12 de agosto de 2014, cuando la capital colombiana se convierta en la sede de los Diálogos de Alto Nivel sobre Ciudades, Transporte y Turismo Sostenibles, en el marco del segundo aniversario de la Cumbre Río+20.
La privilegiada posición geográfica de Bogotá es una de las ventajas competitivas para el desarrollo de este tipo de turismo del siglo XXI. Del total de su territorio, un poco menos del 70% es rural y el otro 30% urbano, lo que la convierte en una urbe ideal para el desarrollo del Turismo Rural y Comunitario.
Bajo esta premisa, el Instituto Distrital de Turismo, teniendo en cuenta acciones emprendidas por los campesinos de las localidades de Ciudad Bolívar y Usme, y en convenio con la fundación Natura y la Corporación Faus, desarrolló la Ruta Agroturística Los Quiches (Ciudad Bolívar) y la Ruta Agroturística La Requilina (Usme), para diversificar la oferta turística de la ciudad y crear al mismo tiempo nuevas opciones productivas del suelo rural de estas dos localidades.
“Lo que queremos mostrar en la cumbre de agosto es que este tipo de turismo es perfectamente compatible con el desarrollo urbano de las ciudades, pues fomenta el sentido de apropiación en los campesinos por su tierra al convertirlos en operadores turísticos, por una parte, y evita el desplazamiento a los cordones de miseria de las grandes capitales por la otra”, señala Tatiana Piñeros Laverde, directora del IDT.
Ambas rutas agro-turísticas fueron fortalecidas en temáticas de turismo, naturaleza, servicio al cliente e interpretación ambiental, entre otros, y se llevó a cabo la señalización completa, la adecuación de senderos y la validación de rutas con expertos, agencias de viajes, medios de comunicación y estudiantes de colegios de la zona urbana. Se beneficiaron 672 campesinos habitantes de las dos localidades.
Además de este proyecto, que será presentado en un evento al que asistirán cerca de 350 líderes mundiales y locales, Bogotá mostrará al mismo tiempo un programa sobre atractivos y productos turísticos que el IDT desarrolla bajo el nombre de ‘Tesoros Naturales’.
Se trata de una estrategia diseñada para generar apropiación y reconocimiento del patrimonio ambiental de la capital y con la cual se seleccionaron lugares de reconocida riqueza turística sostenible como el páramo de Sumapaz, el parque Entrenubes, la quebrada Las Delicias, la quebrada La Vieja, el parque Mirador de los Nevados, la laguna Alar de Pasquilla y el Jardín Botánico José Celestino Mutis.
En este proyecto se han llevado a cabo 157 salidas turísticas a los 7 tesoros seleccionados, y se han beneficiado a 5.100 niños y niñas entre 9 y 11 años de edad de instituciones educativas distritales y de programas de atención de la infancia del ICBF.
En el certamen de Río+20, en donde se hará seguimiento a los compromisos adquiridos en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas realizada en Río de Janeiro en 2012 –donde se adoptó por consenso un documento integral bajo el título “The Future We Want”–, el IDT demostrará también la eficacia de su programa de capacitación y certificación de empresas turísticas en Normas Técnicas Sectoriales de Turismo Sostenible, que conlleva a consolidar a Bogotá como un destino turístico responsable y sostenible.
“La sostenibilidad no es solo una apuesta del destino y los productos generados en el mismo, sino que involucra a los prestadores de servicios turísticos desde su función específica dentro de la cadena productiva de la actividad turística. Por lo anterior, hemos liderado el proyecto de certificación de empresas en las Normas Técnicas Sectoriales de Turismo Sostenible para apoyar a los empresarios en su implementación con el propósito de aumentar los estándares de competitividad turística en la ciudad”, afirma la directora del IDT.
Estas dos Rutas Agroturísticas muestran una cara bonita de Bogotá, muy distante del caos y el ruido de nuestra parte urbana. Sin duda alguna, espacios para conocer, vivir y disfrutar, no solo para los extranjeros que se llevarán una buena imagen de nuestra ciudad, si no para muchos bogotanos que no conocemos nuestros tesoros.
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