Los taxistas de Bogotá podrían tener un recargo adicional de $500 pesos al servicio prestado y sería correspondiente al cálculo del Factor de Seguridad Vial (FSV), si el gremio reduce la siniestralidad en un 20 %. El incremento por la calidad en el servicio, asociada a la protección de la integridad de los usuarios, entraría en vigencia una vez cumplida la meta de mejoramiento real y sostenido del indicador en referencia, y que se evidenciaría en los resultados de la medición trimestral de siniestros de tránsito con heridos y/o fallecidos.
En marzo próximo la entidad revisará los indicadores del primer trimestre en comparación con el mismo periodo de 2016 y, por medio de una resolución, determinará si la medida aprobada en el decreto 633 de 2016 sobre el FSV (el factor de cálculo que contempla la calidad del servicio en materia de seguridad) es aplicada durante el siguiente trimestre. Cabe resaltar que entre enero y marzo de 2016 se registraron 449 accidentes con lesionados y/o muertos, en los cuales se vieron involucrados taxis.
Para que la medida se apruebe la tasa de variación del primer trimestre de 2017 se debe haber reducido en un 20%, es decir, 90 accidentes menos. Cabe recordar que si la secretaría comprueba que todo el gremio no ha cumplido esta meta, ningún taxista podrá cobrar los $500 pesos adicionales.
La medición de siniestros con heridos y/o fallecidos representa el indicador más confiable, ya que se basa en datos concretos proporcionados por Informes de Policía de Tránsito (IPAT) con los que la entidad podrá determinar si implementa o no el recargo. Además, constituye el termómetro de la mejora de calidad en el servicio y está alineado con la estrategia de Visión Cero, que comprende que no es aceptable la pérdida de vidas humanas en la movilidad.
De acuerdo con los Informes de Policía de Tránsito, diariamente se registran en promedio 18 siniestros que involucran taxis. A estas cifras se suma el desconocimiento general del costo de la siniestralidad en la vía: mientras que el pasajero exige unas buenas conductas en la conducción, el conductor de taxi tiene como prioridad la optimización del servicio, es decir, terminar los servicios rápido para maximizar sus ingresos.
Así, la eventual implementación de este recargo busca incentivar el buen comportamiento de los conductores para mejorar la seguridad del pasajero y de todos los actores en la vía. Asimismo, con el incremento se cubriría el equivalente a los costos sociales de siniestralidad vial de taxis, incluyendo los riesgos que corren sus conductores por tener que recorrer más kilómetros al día con respecto a otros actores viales.
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