Desde los siete años Arlyn Ximena Álvarez Rojas ya demostraba su pasión por la música y por un instrumento que llamaba particularmente su atención, la viola. Fue así como dio sus primeros pasos hacia las tesituras, entre agudas y graves, de este no muy conocido instrumento.
Hoy, a sus quince años, Arlyn realiza interpretaciones del concierto de Telemann para viola y de los métodos Kaizen y Suzuki; de esta manera da cuenta, no solo de su recorrido académico en Batuta y actualmente en el conservatorio de la Universidad Nacional, donde se encuentra becada, sino también de esa vocación innata que se escapa en cada una de las notas que emergen de este instrumento de cuerda, también conocido como Viol.
Arlyn dedica más de seis horas semanales al estudio musical. Su talento y esta entrega sin pausa, le han merecido la oportunidad de presentarse en escenarios, como el Olav Roots, auditorio del conservatorio de la Universidad Nacional; el colegio Champagnat; y el Auditorio León de Greiff, entre otros, donde sintió, como una revelación, que la música era lo que ella quería para su vida “La viola representa un instrumento singular, que no todo el mundo conoce y siento que a través de este puedo dejar ver mis habilidades y hacer sentir que es lo mío”.
Arlyn Ximena, estudiante de grado noveno en el colegio Magdalena Ortega de Nariño de la localidad de Engativá, es apoyada por su docente de música, quien ha cultivado en ella la confianza en sí misma necesaria para las presentaciones en público, y con quien también afianza su talento vocal pues pertenece desde este año al coro del colegio.
Esta joven estudiante, ejemplo de perseverancia, sueña con ser reconocida mundialmente por su talento, estudiar en el extranjero clases magistrales con grandes maestros de la viola reconocidos en el mundo entero. Por ahora, en su futuro inmediato, quiere presentarse en la Universidad Nacional para continuar sus estudios musicales en viola “Tocar la viola representa mis metas a futuro, voy organizando mi vida y voy formándome en lo que requieren las universidades”, expresa Arlyn, quien además resalta el continuo apoyo de su familia y, en especial, de sus padres.
Pero la viola no es el único instrumento que desea interpretar magistralmente, el piano también toca su sensibilidad musical, ésa que la identifica entre sus amigos/as y compañeros/as de clase: “Siento que dedicarle mi tiempo libre a la música es algo productivo, que además me hace única entre mis compañeros y amigos”.
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