Aunque ha tenido poca difusión, habrá multas para quienes despilfarren agua en nuestra ciudad. La temporada seca continúa en la sabana de Bogotá y casi en todo el país, pero acompañada de algunas lluvias esporádicas.
El Gobierno a través del Ministro de Ambiente Carlos Costa, descartó por el momento cortes de energía en el país a pesar de que se implementen sanciones y campañas alusivas al tema.
Se ha tomado la decisión de cobrar, a partir de enero, el doble de la tarifa por cada metro cúbico de agua potable que consuma cada hogar por encima del tope límite establecido, según el clima respectivo.
La semana pasada se informó que la Comisión de Regulación de Agua Potable y el Viceministerio del Agua habían definido ya esos topes mensuales y que, en consecuencia, el consumo excesivo o suntuario del líquido les saldría más caro a los hogares que incurrieran en el mismo.
Según esa clasificación, en ciudades y municipios de clima frío el consumo normal máximo será de 28 metros cúbicos por hogar; en los de clima templado, el tope es 34 metros, mientras que en zonas cálidas el límite será de 35 metros.
Leyla Rojas, Viceministra de Agua, explicó que las sanciones se aplicarían a aquellos usuarios que consuman más de los metros cúbicos de agua citados al mes, una cifra llamada técnicamente como ‘suntuaria’.
La medida de alto impacto público, ha sido recibida de diferentes maneras. La mayor parte de los bogotanos considera que lo lógico hubiera sido que la medida tuviera un amplio margen de difusión en medios masivos de comunicación y canales institucionales
En cuanto a las multas el Viceministerio de Aguas informó que en Bogotá el usuario que no ahorre agua podría pagar hasta 4.200 pesos por cada metro cúbico que gaste por encima del límite. De esta forma, si un metro cúbico se cobra hoy a 89 pesos, cada metro cúbico que sobrepase el límite ‘suntuario’ se cobraría a 150 pesos
La medida, que sería aplicada a partir de enero, está dirigida estrictamente a ahorrar agua para el abastecimiento de las ciudades, un tema que depende exclusivamente de los ríos y no de los embalses, que funcionan sólo para la generación eléctrica.
Para que eventualmente esta sea una medida pasajera, el Gobierno insistió en la necesidad de ahorrar agua en los hogares con prácticas sencillas y muy conocidas como cerrar los grifos mientras se enjabona la loza o se lavan las manos (que evitan despilfarros de hasta 10 litros de agua por minuto).
También hizo un llamado a las Corporaciones Autónomas Regionales para que intensifiquen los controles para identificar conexiones ilegales en negocios comerciales (lavaderos de carros), fincas y viviendas rurales.
El racionamiento de agua ya se ha extendido a municipios de Cundinamarca, La Guajira, Magdalena, Bolívar, Cauca, Norte de Santander y Santander, básicamente por la reducción del cauce de ríos como el Pamplonita, Cauca y Magdalena. Entre las ciudades afectadas figuran Cúcuta y Riohacha. También poblaciones como Barichara (Santander) y La Mesa (Cundinamarca).
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