En medio de cascabeles, conchas, loinas, bombo y flautas, la comunidad Inga celebrará hoy martes 24 de febrero a las 12 y treinta del día en la sede principal de la Secretaría de Cultura el Carnaval del Perdón. Esta celebración enmarca, además, la arquitectura y costumbres culturales del tradicional barrio La Candelaria de la capital colombiana.
Esta fiesta se celebra, coincidiendo con el inicio de la Cuaresma, en el Valle de Sibundoy, Alto Putumayo, un encuentro festivo entre los pueblos indígenas Inga y Kamëntsá. Se le conoce como el día del perdón; una versión de carnaval que concluye con la celebración católica del Miércoles de Ceniza.
El Carnaval del Perdón recibe diferentes traducciones al castellano, entre otras: la gran fiesta, el día del perdón, el día más grande y la fiesta del maíz o la alegría, esta última como tributo a la madre tierra por los frutos recibidos, el maíz, base de la alimentación de estos pueblos y de cuerpo presente en la fiesta como chicha y mute.
Durante la fiesta se celebra el Sanjuán, la descabezada de un gallo vivo atado cabeza abajo que ofrece su pescuezo a los asistentes para ser arrancado por quien logre alcanzarlo y tirar con toda su fuerza.
La ceremonia incluye chicha, baile y comida, además de la ceremonia de las flores, en la cual los dirigentes y personalidades prominentes de la comunidad son honrados con flores colocadas sobre sus cabezas por el Taita gobernador y algunos mayores. Su significado renueva los votos de convivencia y reconciliación.
Este territorio es escenario de la convivencia de Ingas y Kamentsá desde hace mucho tiempo, pues ambos pueblos tienen orígenes diferentes. Los Kamentsá son oriundos del Valle y los Ingas están ligados al antiguo imperio Inca del Perú, que extendió sus dominios, hasta lo que hoy es Nariño. A pesar de esta diferencia y de hablar lenguas diferentes, saben compartir rasgos de la cultura como las festividades.
Así se desarrolla una de las fiestas de Colombia que recibe el año con la alegría de haber obtenido muchos beneficios y frutos del trabajo y de la tierra. Uno de los carnavales que se celebran en el país, no el más famoso, pero si aquel que permite evocar elementos de convivencia y reconciliación en comunidades que habitan una región azotada por la violencia y el desorden.
Deje su Comentario